Un contenedor de transporte marítimo como los que se apilan en cualquier puerto por fuera que, por dentro, esconde un hogar con todas las comodidades e, incluso, con un dormitorio independiente.
Aunque la idea no es nueva, este contenedor reconvertido en vivienda de 320 pies cuadrados (unos 97 metros cuadrados) se está convirtiendo en protagonista del mercado inmobiliario de Texas, donde acaba de ser vendido.
El precio de partida: 40.000 dólares (unos 37.500 euros) y costes de envío gratis si el traslado del contenedor y del secreto que atesora en su interior no supera los 1.609 kilómetros de distancia. Después de 81 pujas en ebay se ha vendido por 46.915,32 euros.
La propuesta no deja a nadie indiferente. En este contenedor reciclado de 40 pies, el espacio que antes se llenaba de paléts retractilados lo ocupan ahora todos los útiles indispensables para una vivienda. Y esta es muy cozy, como diría un texano para definir lo acogedor del habitáculo.
Con un revestimiento de madera en tonos claros y cálidos, el interior parece ensancharse para acoger un amplio salón con la cocina integrada tras el que, al fondo y separado de esta estancia, se abre paso un dormitorio.
Detalles no faltan, como tampoco lo hacen los muebles ni los electrodomésticos, puesto que la vivienda está totalmente equipada: lavadora, secadora, frigorífico, calentador de agua y, cómo no, cuarto de baño y ducha. A todo ello se suma un sistema de calefacción para cuando el frío aprieta.
Desde el exterior, sin embargo, estas comodidades pasan inadvertidas ante un contenedor de transporte al uso, en color granate, que todavía conserva las etiquetas y señalizaciones de esa época anterior a su reconversión en vivienda.
Cada vez son más las iniciativas que, como esta, promueven la transformación de contenedores marítimos en casas unifamiliares o, incluso, en tiendas y en centros comerciales, con experiencias en esta línea en ciudades como Londres o Nueva York.
Las ventajas de este sistema, son muchas; desde la absoluta libertad en la orientación de las viviendas para que sean más sostenibles, hasta la más obvia: el reciclaje de contenedores que caerían en el abandono y el deterioro paulatino de no ser por propuestas como estas.
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