Actualizado: 23/05/2022
La escasez de agua potable en el mundo ya nadie la discute. El agua potable también tiene sus límites. Desde 1975, la demanda de agua potable en el mundo se ha doblado. Se vacía o sobreexplota los pozos para dar de comer y atender a las necesidades de la creciente sociedad de nuestro planeta. La falta de agua potable es una realidad diaria para millones de personas en el mundo.
Para intentar solucionar o mitigar en lo posible este problema que irá a mas en el futuro, los investigadores desde hace ya muchos años han puesto sus ojos en las mayores reservas de agua del planeta, los mares y océanos. Poder obtener agua potable de ellos de manera eficiente y sostenible sería un avance del que se beneficiaría todo el planeta.
Desde la década de 1960, el método usado para la desalinización de agua marina es la osmosis inversa. Este sistema filtra el agua hasta conseguir convertirla en un 40% de agua producto y un 55-60% de agua salobre.
Pero la técnica sigue evolucionando gracias a la investigación, mejorando el proceso y los materiales. Hablamos de una tecnología patentada por la filial de BASF, inge®, unas membranas Multibore® que mejoran sustancialmente el tratamiento del agua. Estas membranas se utilizan tratar el agua antes de que el agua pase por los filtros de sal que la potabilidad. Permiten eliminar contaminación en un proceso de ultrafiltración para proteger los filtros, un pretratamiento que permite aumentar la eficiencia de estas plantas de desalinización. Combinado con la obtención de la energía de fuentes renovables, estas plantas ya son una alternativa eficiente a la escasez de agua potable.
Tras años de investigaciones, las primeras instalaciones para potabilidad agua de mar con esta evolución ya se están poniendo en marcha. Concretamente esta semana conocíamos que en Ghana, un país africano con casi 25 millones de habitantes, se está construyendo una planta desalinizadora para generar hasta 60.000 metros cúbicos de agua potable al día, una cantidad suficiente para proveer agua a medio millón de personas, mas del 2% de su población.
La presión que se necesita para producir osmosis inversa en los filtros es muy alta, por lo que consume mucha energía en el proceso. La ultrafiltración previa ayuda también a reducir la energía necesaria en el proceso.
Técnicamente el proceso es el siguiente:
El agua del mar pasa a presión a través de las membranas Multibore® para eliminar las sustancias no deseadas o perjudiciales para el proceso. A primera vista, las membranas de ultrafiltración parecen túbulos blancos delgados, pero la realidad nos revela algo mucho mas complejo: la fibra contiene 7 capilares por los cuales pasa el agua de mar. Las paredes de los capilares tienen unos diminutos poros con un diámetro de unos 20 nanómetros (unas 500 veces más finos que el filamento de una telaraña) donde cualquier partícula de mayor tamaño queda retenida por la membrana, obteniendo un agua limpia de contaminantes sólidos.
Para su buen funcionamiento es también importante que las fibras sean resistentes. Se le dota de esta resistencia gracias a la estructura en forma de panal de abejas del interior de las fibras, diseñada por los expertos de inge®. Además, el sistema de filtros se limpia periódicamente cada hora o cada dos horas, dependiendo de las condiciones en que se encuentra el agua. Este sistema de ultrafiltración también se podría usar para procesar el agua potable o tratar las aguas residuales, consiguiendo con ello un ahorro de costes y eficiencia energética notables.