El papel del termostato es muy importante en cualquier sistema de aire acondicionado o calefacción. Se encarga de mantener la temperatura indicada en la estancia, lo que proporciona un ahorro de energía importantísimo, al no calentarla o enfriarla más de lo necesario.
El termostato debe estar situado de forma que su medida no sea falseada, alejado de fuentes de frío o calor y con ventilación suficiente.
– Si el termostato está encima de una fuente caliente como un radiador, sobre la televisión…, tomará una temperatura errónea.
– Si está tapado y no corre libremente el aire por él, tomará una temperatura errónea, consumiendo mas energía.
– El aire se estratifica de forma natural, acumulándose el más caliente arriba y el más frío abajo.
El termostato sólo controla si se ha llegado a la temperatura deseada o no, de modo que no hace que el sistema caliente o enfríe más rápido.
Muchas veces el usuario, cuando entra a una sala que está muy fría en invierno, pone el termostato al máximo (por ejemplo 30ºC) esperando calentarla rápidamente, pero eso es un error ya que lo único que conseguirá es que, una vez se llegue a la temperatura deseada, el sistema no se pare y siga calentando. Esto supone un derroche de energía importante.
Debemos seleccionar la temperatura deseada, independientemente de si hace mucho frío o calor y esperar a que el sistema la alcance. Se tardará el mismo tiempo, con mayor confort y ahorro de energía.
Algunos consejos rápidos que te ayudaran a ahorrar con el aire acondicionado son:
- Deja que un profesional te aconseje (dependiendo de tus necesidades específicas, puede consumir hasta un 60% menos.
- No uses indiscriminadamente el aire acondicionado. Para refrigerar puedes emplear toldos, persianas, etc.
- Trata de ubicar el apartado de refrigeración en lugares donde no les dé el Sol y mantén limpio el equipo.
- Una instalación de toldos y acristalamientos adecuados puede suponer una reducción del consumo de aire acondicionado del 30% en verano.
- Si necesitas abrir la casa para ventilar, no lo hagas con el aire acondicionado encendido (hazlo por la mañana o por la noche, cuando la temperatura de la calle es más baja).
- Si quieres ahorrar aún más dinero en tu factura de la luz, sustituye el aire acondicionado por un ventilador en el techo y conseguirás un ahorro energético del 98%.
También os recomendamos usar menos el aire acondicionado y usar más el ventilador, ya que suele ser un método de refrigeración suficiente. Su aire produce un descenso de la temperatura de entre 3 y 5 grados y su consumo de electricidad es muy inferior al del aire acondicionado.