Actualizado: 09/04/2021
Desde que comenzara el año 2015 se han vendido un total de 33.835 automóviles eléctricos en Europa. Los coches más solicitados fueron el Nissan Leaf, el Renault Zoe, el Tesla Model S, y los Volkswagen e-Up! y e-Golf. En España, en lo que llevamos de año, se han vendido un total de 255. Aunque el número de particulares que apuestan por el coche eléctrico aumenta cada día, todavía hay muchos conductores escépticos a la hora de adquirir un coche eléctrico por dos razones principalmente, la primera por el poco conocimiento que hay aún sobre estos vehículos, y, la segunda, por las limitaciones que todavía presentan con respecto a los automóviles convencionales.
Si hablamos de limitaciones, la primera de ellas es su precio, un automóvil eléctrico es más caro que un coche convencional. Bien es cierto que los llamados “vehículos verdes” cuentan con muchas ayudas del Estado para la compra (Programa MOVELE), pero para que nos hagamos una idea, el coche eléctrico por excelencia, el Tesla Model S tiene un precio de salida de 72.600 €. Las otra desventaja es su autonomía. Hoy por hoy sus baterías son demasiado caras y necesitan cargarse constantemente, lo que implica además una mayor inversión en las ciudades para crear suficientes puntos de recarga de uso público en las calles. Todo esto hace que estos vehículos no terminen de dar el tirón definitivo en el mercado. No obstante, conscientes de que los coches eléctricos son el futuro, muchas son las universidades y compañías que desarrollan e investigan cada día nuevos métodos para mejorar el funcionamiento de este tipo de vehículos, y hay que decir que los nuevos avances en la materia son más que interesantes.
Por ejemplo, un equipo de la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisbane ha desarrollado una nueva tecnología a partir de supercondensadores ligeros que, combinados con las baterías que llevan hoy incorporadas los coches eléctricos, podría aumentar y de qué manera, no solo la autonomía de un coche eléctrico sino además su potencia. Se espera que con estos supercondensadores se consiga almacenar más energía que las propias baterías de ion-litio que utilizan los coches eléctricos. Así, con una carga completa en unos minutos, podríamos ser capaces de recorrer hasta 500 kilómetros con el automóvil sin una gota de combustible, lo que supone el doble de eficiencia que podemos encontrar en los coches actuales.
Cabe resaltar también los avances en este campo llevados a cabo por la Universidad de Yale y el MIT, cuyos investigadores han desarrollado una membrana nano estructurada que reduce la energía necesaria para recargar una batería de litio-aire (las cuales tienen un potencial 5-15 veces mayor que las baterías actuales de litio-ion), consiguiendo que esta sea más eficiente, de forma que con estas baterías un coche eléctrico podría alcanzar una autonomía de hasta 550 kilómetros. Este avance, permite además que la batería pueda ser cargada hasta 60 veces sin que pierda su capacidad de almacenamiento. Evidentemente, todavía queda mucho por investigar, pero se espera que estas baterías puedan ser pronto usadas comercialmente en coches eléctricos.
Por su parte, desde que comenzara su andadura comercial en 2008, el fabricante de coches eléctricos Tesla, ha reducido el precio de sus baterías a la mitad y ha aumentado su capacidad en casi un 60%. Por el momento no han tratado de utilizar nuevos materiales en las baterías de ion-litio, sino se han enfocado más bien en mejorar aspectos en la fabricación e ingeniería de los dispositivos, avances que no han sido suficientes. Para el año 2017, Tesla ha anunciado que conseguirá que sus coches alcancen una autonomía de algo más de 300 km, lo cual sigue siendo corta para los conductores habituados a vehículos convencionales. Y es que para que los automóviles eléctricos alcancen a los de gasolina se necesitará mucha mayor investigación en nuevos materiales para la fabricación de baterías con suficiente capacidad y energía. Pero si eres de los que no puede esperar más para hacerte con uno de estos vehículos, tasa tu coche actual, véndelo a un buen precio y consigue la financiación necesaria para hacerte con el automóvil del futuro.
Para que el vehículo eléctrico alcance al de gasolina hará falta algo más que pequeños cambios de ingeniería en sus baterías. Probablemente, la innovación que lo consiga llegue de una startup con una visión radicalmente distinta, aunque en este campo las pequeñas empresas parece que no tienen muchas oportunidades. La lección que se extrae del fracaso de Envia es que el camino hacia la batería del futuro no puede recorrerse solo. Es necesario que la investigación de nuevos materiales vaya de la mano con la experiencia que tienen los fabricantes de baterías.
La otra gran desventaja es su autonomía. Y es que a pesar de que los automóviles eléctricos cada vez cuentan con mayor autonomía, hoy por hoy, no existen suficientes puntos de recarga de uso público en las calles, lo que te obliga a tener una plaza de garaje que tenga o donde se pueda instalar un punto de recarga. Por otro lado, también es cierto que un coche eléctrico no alcanza la misma velocidad que uno de gasolina, sin embargo, los motores eléctricos son entre un 10% y un 30% más potentes que los de combustión, lo que hace que un coche eléctrico solo necesite el 46% de la batería para moverse mientras que el convencional necesita el 58%.
Más mejorados, con mayor autonomía y a precios más asequibles, los coches eléctricos comienzan a verse como una alternativa rentable y de garantías. Por supuesto no llegan aún a las cifras de ventas de automóviles híbridos, con 5.396 unidades vendidas en mismo cuatrimestre del año, pero comienzan a posicionarse en el sector. Prueba de ello, fue la primera edición de una feria del automóvil dedicada exclusivamente a este tipo de vehículos y que se celebró el pasado mes de abril, la feria del Vehículo Eléctrico de Madrid (VEM). Creada para promocionar los coches eléctricos e híbridos y acercarlos al público para que descubran de primera mano sus ventajas, tanto medioambientales como de consumo energético.
Según asegura un informe de la organización Transport & Environment (T&S) con datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la cifra actual de venta de coches eléctricos podría ascender hasta las 100.000 unidades en el año 2015, 500.000 en el 2021 y hasta 1.000.000 en 2025, si el ritmo se mantiene, lo que supondría un 10% con respecto al total de ventas en el sector de la automoción. Si nos fijamos por países, en Europa son Noruega y Holanda los países que más coches eléctricos tienen en circulación, que representan un 5% del total de su parque móvil. Ya fuera de Europa, son Estados Unidos y Japón los países con mayor volumen de ventas de coches eléctricos. Y es que, en estos países, aparte de un mayor conocimiento sobre estos vehículos, disponen de más infraestructuras de recarga lo que ayuda claramente a tomar la decisión.
En cualquier caso, el ahorro en consumo energético y los beneficios medioambientales deberían ser suficientes como para tomar la decisión. Efectivamente, puede ser algo más caro, pero a la larga el coche eléctrico se rentabiliza con creces. Por poner un ejemplo, si para recorrer 600 kilómetros con un vehículo de gasolina debemos gastar unos 60 €, con uno eléctrico una recarga de 4 € bastaría. Y por si este ahorro no fuera poco, los coches eléctricos apenas tienen gastos de mantenimiento, por lo que los hacen realmente rentables a pesar de su alto precio. Con todas estas ventajas, el coche eléctrico se postula como el coche del futuro.