Actualizado: 05/07/2024
Un equipo de investigadores de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) ha potenciado la capacidad de las bacterias E. coli para generar electricidad, abriendo nuevas oportunidades en el ámbito de la producción de energía microbiana.
¿E. Coli como fuente de energía?
Sí, has leído bien. El profesor Ardemis Boghossian de EPFL y su equipo han manipulado genéticamente las bacterias E. coli para que generen electricidad. A diferencia de otros microbios que producen electricidad, pero que requieren químicos específicos para hacerlo, las bacterias E. coli tienen la habilidad de crecer a partir de múltiples fuentes. Esto les permite producir electricidad en diversos ambientes, incluyendo las aguas residuales.
Microbios Eléctricos
Este descubrimiento no es algo completamente nuevo. Las bacterias E. coli, un pilar en la investigación biológica, ya se conocían por tener la capacidad de generar electricidad a través de un proceso denominado transferencia extracelular de electrones (EET). Sin embargo, lo que es novedoso es que los investigadores de EPFL potenciaron esta capacidad, creando lo que denominan «microbios eléctricos».
Una de las innovaciones clave del estudio fue el desarrollo de una vía completa de EET dentro de E. coli, algo que no se había logrado anteriormente. Con la integración de componentes de otra bacteria, conocida por su capacidad de generación eléctrica, lograron una optimización que resultó en una producción eléctrica tres veces superior a las estrategias tradicionales.
Aguas residuales: El nuevo parque de juegos
Una de las características más notables de estas bacterias «turbo-cargadas» es su desempeño en diferentes ambientes, incluso en aguas residuales de una cervecería. Mientras que otros microbios eléctricos no pudieron sobrevivir, las E. coli modificadas prosperaron, demostrando su potencial en el tratamiento de residuos a gran escala y en la producción de energía.
El profesor Boghossian lo describe perfectamente: «En lugar de invertir energía para procesar residuos orgánicos, estamos generando electricidad y procesando esos residuos simultáneamente. ¡Es como matar dos pájaros de un tiro!«
Implicaciones Futuras
Las posibilidades de este descubrimiento van más allá del tratamiento de aguas residuales. Al poder generar electricidad a partir de diversas fuentes, estas bacterias modificadas podrían usarse en celdas de combustible microbianas, electro-síntesis y bio-sensores, por mencionar algunas aplicaciones. Además, la flexibilidad genética de estas bacterias significa que se pueden adaptar a ambientes y fuentes de alimentación específicas, lo que las convierte en una herramienta versátil para el desarrollo de tecnologías sostenibles.
Mohammed Mouhib, autor principal del estudio, expresó su entusiasmo al respecto: «Estamos emocionados por el futuro de las bacterias bioeléctricas y estamos ansiosos por llevar esta tecnología a nuevos niveles.«
Sin duda, este avance en bioelectrónica nos muestra que el futuro de la generación de energía podría estar en los organismos más pequeños, pero increíblemente poderosos.
Vía actu.epfl.ch
Victor dice
Me interesa, podría ampliar la información?