
– Utiliza captadores térmicos para generar agua caliente sanitaria, ahorraras hasta un 70%.
– No dejar los grifos abiertos cuando no se necesite el agua. Cierra el grifo cuando te estas enjabonando o lavándote los dientes.
– Arreglar lo antes posibles las fugas y goteos. Un grifo goteando puede gastar hasta 20 litros de agua al día.
– Colocar en los grifos reductores de caudal.
– Utilizar la ducha en vez del baño, ahorraremos hasta un 80%.
– Mientras que esperas a que salga el agua caliente de la ducha, puedes llenar cubos de agua que después podrás usar para limpiar, regar las plantas etc…
– Calentar el agua con gas en vez de electricidad evita que cada familia emita a la atmósfera hasta media tonelada de CO2 al año. Por ello evita el uso de calentadores eléctricos.
– Instala sistemas de descarga parcial de la cisterna del inodoro, podrás ahorrar hasta el 50%.
– Instala un reductor de presión o cierra levemente la llave de paso de tu vivienda. No notarás la diferencia y ahorrarás una gran cantidad de agua a diario.
– Si cierras levemente la llave de paso de tu casa, apenas notaras la diferencia y podrás ahorrar gran cantidad de agua.
– Cierra el grifo mientras te enjabonas, afeitas o te lavas los dientes. Gastarás 2 litros menos cada vez y unos 10.000 litros menos al año. Un hábito sencillo y que ayuda a la sostenibilidad.
– Utiliza un sistema de doble descarga en el inodoro. Gastarás la mitad. Un truco casero consiste en introducir una botella de agua en la cisterna para reducir su capacidad.
– Instala grifos termoestáticos. Proporcionan confort y ahorro. Estos grifos que incluyen termostatos te ayudarán a ahorrar agua y energía, ya que prefijando la temperatura deseada no gastarás litros de agua ni energía en conseguir ajustar los grados adecuados.
– No utilices el inodoro como papelera.
– En verano, sécate el pelo al aire.