Actualizado: 05/07/2024
Los albaricoques son una fruta con hueso redondas y amarillas, parecen una versión pequeña de un melocotón, pero comparten la acidez de las ciruelas moradas.
Los albaricoques son una fruta deliciosa llena de vitaminas, fibra y antioxidantes. Son extremadamente nutritivos y tienen muchos beneficios para la salud, como una mejor digestión y salud ocular.
Beneficios de los albaricoques para la salud.
Nutritivos y bajos en Calorías.
Los albaricoques son muy nutritivos y contienen muchas vitaminas y minerales esenciales.
Los albaricoques son bajos en calorías y grasas, además de ser una excelente fuente de vitaminas A y C.
Sólo 2 albaricoques frescos (70 gramos) proporcionan (fuente):
- Calorías: 34
- Carbohidratos: 8 gramos
- Proteína: 1 gr
- Grasa: 0.27 gramos
- Fibra: 1,5 gramos
- Vitamina A: 8% del valor diario (VD)
- Vitamina C: 8% de la VD
- Vitamina E: 4% de la VD
- Potasio: 4% del VD
- Además, esta fruta es una fuente de beta caroteno, luteína y zeaxantina, potentes antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres en tu cuerpo.
Es mejor disfrutar de los albaricoques enteros y sin pelar, ya que la piel posee grandes cantidades de fibra y nutrientes. Asegúrese de no comer el hueso.
Alto contenido de antioxidantes.
Los albaricoques contienen numerosos antioxidantes, entre los que destacan los flavonoides. Ayudan a proteger su cuerpo del estrés oxidativo, que está relacionado con muchas enfermedades crónicas, incluyendo la diabetes y enfermedades cardíacas.
Los principales flavonoides de los albaricoques son los ácidos clorogénicos, las catequinas y la quercetina.
Estos compuestos trabajan para neutralizar los radicales libres, que son compuestos dañinos que dañan las células y causan estrés oxidativo. El estrés oxidativo está relacionado con la obesidad y muchas enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas.
Puede favorecer la salud ocular.
Los albaricoques son una excelente fuente de betacaroteno, luteína, zeaxantina y vitaminas C y E. Estos nutrientes protegen tus ojos.
La vitamina A juega un papel vital en la prevención de la ceguera nocturna, un trastorno causado por la falta de pigmentos claros en los ojos, mientras que la vitamina E es un antioxidante liposoluble que entra directamente en los ojos para protegerlos del daño de los radicales libres.
Mientras tanto, el betacaroteno -que da a los albaricoques su color amarillo-naranja- sirve como precursor de la vitamina A, lo que significa que su cuerpo puede convertirla en esta vitamina.
Otros carotenoides importantes del albaricoque incluyen la luteína y la zeaxantina. Se encuentran en las lentes y en las retinas de los ojos y protegen contra el estrés oxidativo.
Pueden mejorar la salud de la piel.
Comer albaricoques puede beneficiar tu piel. Son ricos en antioxidantes, que protegen contra la luz solar, la contaminación y el humo de cigarrillos. Estos compuestos pueden beneficiar tu piel al reducir su riesgo de arrugas y quemaduras solares.
Las principales causas de las arrugas y los daños en la piel son factores ambientales, como el sol, la contaminación y el humo de cigarrillos.
Puedes combatir parte de estos daños a través de una dieta saludable llena de antioxidantes, que los albaricoques proporcionan.
Las vitaminas C y E, ambas encontradas en esta fruta, pueden ayudar a tu piel. En particular, la vitamina C protege contra el daño de los rayos UV y los contaminantes ambientales al neutralizar los radicales libres.
Además, esta vitamina ayuda a formar colágeno, lo que le da a la piel fuerza y elasticidad.
El betacaroteno, otro nutriente del albaricoque, puede proteger contra las quemaduras solares.
Pueden beneficiar la salud intestinal.
Los albaricoques pueden favorecer la salud intestinal. Son una buena fuente natural de fibra soluble, que alimenta a las bacterias intestinales sanas y puede mejorar la salud digestiva.
Una taza (165 gramos) de albaricoques proporciona 3,3 gramos de fibra, lo que representa el 8,6% y el 13,2% del VD para hombres y mujeres, respectivamente.
Los albaricoques contienen fibra soluble e insoluble. El tipo soluble se disuelve en agua e incluye la pectina, las encías y las cadenas largas de azúcar llamadas polisacáridos, mientras que el tipo insoluble no se disuelve en agua e incluye celulosa, hemicelulosa y lignina.
Los albaricoques son particularmente altos en fibra soluble, lo cual es importante para mantener niveles saludables de azúcar y colesterol en la sangre.
Además, la fibra retrasa el flujo de los alimentos a través de su tracto digestivo y alimenta a sus bacterias intestinales beneficiosas. Un microbioma intestinal más sano se relaciona con un menor riesgo de obesidad.
Alto contenido de potasio.
Los albaricoques tienen un alto contenido de potasio.
Dos albaricoques (70 gramos) aportan 181 mg de este mineral, que es el 4% del DV.
Como el potasio trabaja estrechamente con el sodio para mantener el equilibrio de líquidos, una ingesta adecuada puede ayudar a mantener una presión arterial saludable.
El consumo de alimentos ricos en potasio, como los albaricoques, puede ayudar a prevenir la hipertensión arterial y reducir el riesgo de accidente cerebrovascular.
Hidratante.
Como la mayoría de las frutas, los albaricoques son ricos en agua, lo que puede ayudar a regular la presión arterial, la temperatura corporal, la salud de las articulaciones y la frecuencia cardíaca.
Como la mayoría de la gente no bebe suficiente agua, comer fruta fresca puede ayudarle a satisfacer sus necesidades diarias.
Además, comer albaricoques puede ser una forma fácil de reponer tanto el agua como la pérdida de electrolitos después del ejercicio, ya que esta fruta ofrece buenas cantidades de agua y potasio.
Fácil de incorporar a tu dieta.
Tanto los albaricoques frescos como los secos son fácil de incorporar a tu dieta. Puedes comerlos solos o añadirlos a tus platos o postres favoritos.
Los albaricoques son fáciles de añadir al yogur, ensaladas y algunas otras comidas.
Si estás acostumbrado a comer melocotones y ciruelas, los albaricoques pueden ser una buena manera de cambiar tu rutina.
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