Actualizado: 29/10/2017
El arquitecto y diseñador italiano, Dario Di Camillo, presentó en la edición 2011 del Salón del Automóvil de Bolonia, el Blow Car como uno de los inventos que revolucionará el mercado del automóvil mundial, ya que sus piezas fueron construidas a partir de paneles de caucho con aire en su interior. Su carrocería esta compuesta en su mayor parte por aire, una especie de globos envueltos en caucho darían forma a este prototipo.
Gracias a que los paneles de caucho inflado, es muy ligero, económico y rígido, con una mayor capacidad para recibir impactos que cualquier otra materia prima utilizada en la industria automotriz, aumentando la seguridad de los pasajeros. Este tipo de tecnología ya es usada en la industria aeronáutica, con muy buenos resultados.
El uso del aire como principal elemento de la carrocería, disminuye sustancialmente el peso del vehículo en un 30%, el cual será de 350 Kg, lo que reduciría bastante el consumo de energía necesaria para su funcionamiento.
Las partes interiores y mecánicas del coche son de estructura clásica, aunque usan materiales de bajo impacto ambiental, así como materiales reciclables 100%.
Si finalmente se fabricara se haría con tres motores distintos, o eso tienen pensado: un motor de combustión convencional, una versión híbrida y uno eléctrico. Lógicamente lo suyo sería que fuera un coche eléctrico. Se podrá elegir entre una versión corta, de 2,7 metros de longitud, para dos personas, y una versión larga, de 3 metros, para cuatro.
Con estas características calculan que se podría llegar a vender entre 11.770 y 15.500 euros, en función del modelo y motorización. Aunque es muy aventurado pensar en precios de fabricación a estas alturas del proyecto.
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