Una vez completado, el proyecto generará 180.000 millones de kilovatios hora (kWh) anuales, suficientes para abastecer a Pekín y áreas cercanas.
China construye la «Gran Muralla Solar» que podría abastecer a Pekín y más allá
Un desierto puede no ser el primer lugar que se asocia con una actividad intensa, pero el desierto de Kubuqi, en el noroeste de China, está rompiendo los esquemas con un ambicioso proyecto: la construcción de la «Gran Muralla Solar». Esta obra promete transformar un paisaje desolado en una fuente de energía renovable para millones de personas.
Una vez completada en 2030, la planta solar tendrá 5 kilómetros de ancho y se extenderá 400 kilómetros a lo largo del desierto. Aunque estas dimensiones parecen pequeñas comparadas con los 21.196 kilómetros de la Gran Muralla China original, su verdadera grandeza radicará en la cantidad de energía que generará, no en su longitud.
La capacidad máxima de generación del proyecto será de 100 gigavatios (GW), de los cuales ya se han instalado 5,42 GW. Esta capacidad será posible gracias a millones de paneles solares diseñados para aprovechar las 3.100 horas anuales de sol estimadas en la región. Al finalizar, se espera que la planta genere alrededor de 180.000 millones de kilovatios hora (kWh) al año, suficiente para cubrir no solo las necesidades energéticas de Pekín, sino también de las áreas circundantes.
En comparación, la planta solar más grande del mundo en la actualidad, también en China, genera unos modestos 6.090 millones de kWh al año. Esto subraya la magnitud de la Gran Muralla Solar como un proyecto único en el mundo.
Contribución ambiental y reducción de emisiones
China es actualmente el mayor emisor de gases de efecto invernadero, habiendo liberado 10.800 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) en 2021. Sin embargo, este proyecto podría marcar una diferencia significativa. Solo en la región de Dalad Banner, donde se construye parte de la planta, se estima que la Gran Muralla Solar podría reducir las emisiones de carbono en 31,3 millones de toneladas al año, según Li Kai, funcionario de la administración energética local.
Además de su impacto en la reducción de emisiones, el proyecto también pretende combatir la desertificación y fomentar la reforestación. Los administradores del proyecto planean tratar casi 27 millones de hectáreas de desierto. Los paneles solares actuarán como barreras contra el viento, estabilizando las dunas y proporcionando sombra que permitirá el crecimiento de plantas en áreas actualmente áridas.
Este enfoque no es nuevo en la región. Después de décadas de esfuerzos, un tercio del desierto de Kubuqi ha recuperado vegetación, incluyendo 10,7 kilómetros cuadrados alrededor de la existente estación solar Junma. Este precedente refuerza las esperanzas de que la Gran Muralla Solar pueda contribuir no solo a la transición energética de China, sino también a la restauración ecológica.
Un modelo para el futuro sostenible
El proyecto de la Gran Muralla Solar representa un hito en el aprovechamiento de las energías renovables y en la lucha contra el cambio climático. Si bien la transición energética es un desafío global, esta iniciativa muestra cómo un país puede combinar tecnología avanzada y medidas ecológicas para transformar incluso los entornos más inhóspitos en fuentes de prosperidad sostenible.
Además de abastecer a millones de personas, esta planta solar podría inspirar proyectos similares en otras regiones desérticas del mundo, demostrando que los desiertos pueden ser no solo vastos espacios de arena, sino también motores de desarrollo y sostenibilidad global. China está marcando el camino hacia un futuro más limpio y verde.
Vía nasa.gov
Cesar H. Santos Perich dice
Las Energias Renovables son el Futuro de la Herencia creada por Dios OLVIDADA, y No seguir Destruyendo el Planeta Tierra.. Solo tenemos que ver el Planeta Marte..