Actualizado: 03/11/2017
El dinero no crece en los árboles, pero los componentes electrónicos de nuestros gadgets, tablets u ordenadores puede que pronto si. En un intento para hacer la producción de dispositivos electrónicos más sostenible y reducir sus residuos contaminantes, uno de los grandes problemas medioambientales en la actualidad, los investigadores han logrado desarrollar un chip semiconductor hecho casi por completo de madera.
Los científicos nos cuentan que esto pone de manifiesto la capacidad que puede existir en unos años para sustituir los chips de computadora con lo que ellos llaman «nanofibras de celulosa (CNF),» un material biodegradable hecho de los árboles. Acostumbrados a la electrónica de consumo actual hecha a base de materiales potencialmente tóxicos, el equipo tiene la esperanza de que al cambiarlos por materiales más sostenibles algunos de los problemas estos residuos no biodegradables generan se podría aliviar en parte.
Según los investigadores, más de 426.000 teléfonos móviles se tiran a la basura en 2007 solo en Estados Unidos, a nivel mundial la cifra puede ser incalculable. Con estos rápidos avances tecnológicos, la electrónica está cada vez más disponible y con el consumo masivo de productos no biodegradables, los costos ambientales continúan aumentando año tras año. Añadir a esto el uso de los recursos naturales no renovables y no es difícil ver que el consumismo actual no es sostenible.
Trabajando desde la Universidad de Wisconsin-Madison, el equipo ha estado investigando nanomateriales sostenibles desde 2009. Al romper la madera en unidades aún más pequeñas que las fibras usadas típicamente en la producción de papel, comenzaron a ver la madera a escala nano. A partir de aquí, fueron capaces de producir nanofibras de celulosa transparente muy fuertes y flexibles.
El principal problema de este material es su capacidad para expandirse o contraerse dependiendo de las condiciones que se le apliquen. Per ellos han sido capaces de solucionar este problema cubriendo con eficacia el material en una capa fina de pegamento, aplican epoxi en la superficie de las nanofibras de celulosa.
Los investigadores esperan que la impresionante flexibilidad del material signifique que podría ser ampliamente utilizado en los chips de ordenador, y que las propiedades biodegradables de este nuevo material ayuden a que la industria electrónica sea más sostenible y así reducir la dependencia de los materiales tóxicos y contaminantes que se usan hoy en día en esta industria.
Foto: Yei Hwan Jung/Wisconsin Nano Engineering Device Laboratory.