
Microplásticos encontrados en el líquido folicular del ovario humano por primera vez. Los hallazgos del estudio revisado por pares plantean una nueva pregunta sobre el impacto de las sustancias tóxicas en la fertilidad.
- Microplásticos detectados en fluido folicular ovárico humano.
- Hallazgo en 14 de 18 muestras de pacientes en tratamientos de fertilidad.
- Promedio de 2.191 partículas por mililitro.
- Riesgo potencial para el desarrollo de ovocitos y fertilidad femenina.
- Tipos de plásticos hallados: PP, PE, PET, PS, PVC, PC.
- Humanos consumen aprox. 5 gramos de plástico por semana.
- Urgente investigar impacto reproductivo y hormonal.
- Recomendado reducir uso de plásticos de un solo uso.
Microplásticos en el cuerpo humano: una amenaza que crece
Los microplásticos ya habían sido identificados en órganos y fluidos humanos como el cerebro, la placenta, los pulmones, el semen y la sangre. Ahora, por primera vez, un estudio confirma la presencia de estos contaminantes en el fluido folicular ovárico, un hallazgo que podría tener implicaciones graves sobre la fertilidad y la salud reproductiva femenina.
¿Qué es el fluido folicular y por qué es importante?
El fluido folicular es el medio que rodea al ovocito (célula precursora del óvulo) durante su desarrollo. Este líquido es esencial para el suministro de nutrientes, hormonas y factores de crecimiento que permiten la correcta maduración del ovocito. La presencia de microplásticos en este entorno podría alterar la calidad de los ovocitos, dificultar su desarrollo e incluso reducir las probabilidades de fertilización.
Detalles del estudio y principales hallazgos
La investigación, publicada en Ecotoxicology and Environmental Safety, analizó muestras de mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida en una clínica de Salerno, Italia. En 14 de las 18 muestras se detectaron partículas de microplásticos, con una concentración media de 2.191 partículas por mililitro de fluido folicular.
Entre los tipos de plásticos encontrados se identificaron:
- Polipropileno (PP)
- Polietileno (PE)
- Tereftalato de polietileno (PET)
- Poliestireno (PS)
- Cloruro de polivinilo (PVC)
- Policarbonato (PC)
Aunque en este estudio no se halló una relación directa entre la cantidad de microplásticos y los resultados del tratamiento (fertilización, abortos espontáneos o nacimientos), los científicos advierten que la evidencia en modelos animales muestra que la presencia de estos materiales puede reducir la maduración de los ovocitos, disminuir las tasas de fertilización y causar disfunción ovárica.
¿Cómo llegan los microplásticos a nuestro organismo?
Los microplásticos ingresan al cuerpo humano principalmente a través de la ingestión de alimentos y agua contaminados, la inhalación de partículas en el aire y el uso de productos plásticos de uso cotidiano. Además, muchas de estas partículas contienen o transportan sustancias químicas tóxicas como los ftalatos o las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), conocidas por su efecto disruptor endocrino.
Se estima que una persona consume en promedio 5 gramos de plástico por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito, según datos recogidos por Reuters.
Qué se puede hacer para reducir la exposición
Algunas medidas sencillas que pueden reducir la exposición a microplásticos son:
- Usar botellas reutilizables de acero inoxidable o vidrio
- Evitar calentar alimentos en recipientes plásticos, especialmente en microondas
- Elegir ropa de fibras naturales como algodón o lino en lugar de sintéticos
- Disminuir el consumo de productos con plástico de un solo uso
Este tipo de estudios abre la puerta a mejorar los procesos de producción y reciclaje de materiales plásticos, promoviendo la transición hacia materiales biodegradables o compostables. Además, impulsa la necesidad de desarrollar tecnologías de filtrado y captura de microplásticos en las plantas de tratamiento de aguas, así como en las industrias textiles y alimentarias.
Si se logra reducir la cantidad de microplásticos en el medio ambiente, también se estaría protegiendo la biodiversidad, mejorando la salud pública y fortaleciendo la seguridad alimentaria. Este conocimiento debe ser motor para políticas que fomenten la economía circular, incentiven la investigación en materiales sostenibles y promuevan la educación ambiental masiva, claves para alcanzar un futuro más limpio y justo para todos.
Más información: First evidence of microplastics in human ovarian follicular fluid: An emerging threat to female fertility – ScienceDirect
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