Deshacerse de su caldera de gasóleo es una gran idea. Pero convertirla en una caldera de pellets de leña es aún mejor.
¿Cómo se puede cambiar de una caldera de gasóleo a una de pellets con un coste menor? Sólo cambiando el quemador. Esto es posible actualmente en Europa, donde está apareciendo un nuevo producto: el quemador de pellets. Originario de Escandinavia, el proceso es bastante reciente y acaba de emerger en el resto de Europa.
Pasar del petróleo a la madera.
La idea inicial es sencilla: transformar una caldera de gasóleo en una caldera de pellets sin cambiar el quemador, el intercambiador de calor ni el sistema de distribución. En otras palabras, pasar de lo peor a lo (casi) mejor en términos de impacto medioambiental.
El principio es el mismo: un suministro de aire, un suministro de combustible, en este caso pellets como los utilizados en otros tipos de instalaciones. La mezcla se quema y sustituye a un quemador de gasóleo convencional. Gracias al elevado exceso de aire, se puede alcanzar un rendimiento de combustión del 97%. Para la madera, es excelente.
Contrariamente a lo que pueda pensar, los quemadores de pellets son tan potentes como los de gasóleo. Los hay de todos los tamaños y para todas las necesidades; de 10 kW a 350 kW, que es más que suficiente para una casa de 185 m2.
Condiciones para que el cambio sea posible.
Las principales condiciones para adaptar un quemador a una caldera de gasóleo son las siguientes:
- Profundidad del fogón unos 30 cm.
- Puerta de acceso al quemador para su limpieza.
- Posibilidad de taladrar y fijar el quemador en la puerta de la caldera.
- poner el quemador de la misma potencia que la caldera;
- Recablear la caldera y gestionar de forma diferente la circulación del agua de calefacción.
Prohibición del gasóleo.
En muchos países ya está prohibido instalar nuevas calderas de gasóleo en las viviendas y, además en breve también estará prohibido sustituirlos o repararlos.
Deja una respuesta