El gas etileno producido por las manzanas impide que las patatas germinen
El gas etileno que producen las manzanas tiene la capacidad de evitar que las papas germinen. Al almacenar estos alimentos juntos, preferiblemente fuera del refrigerador, se puede prolongar la frescura de las papas. Esto se debe a que el etileno inhibe el proceso de germinación, lo que ayuda a conservar las papas en mejores condiciones durante más tiempo.
Además, es importante tener en cuenta que las manzanas, al ser productoras de etileno, pueden acelerar el proceso de maduración de otros productos si se almacenan juntos. Por lo tanto, al separar las manzanas de otros frutos y vegetales, se evita que estos últimos maduren o se estropeen rápidamente. De esta manera, no solo se prolonga la vida útil de las papas, sino también la de otros alimentos al evitar el exceso de maduración.
La relación entre la comida y la tecnología: ¿Hemos perdido el conocimiento tradicional?
Aunque parece que pensamos y hablamos constantemente sobre la comida, ¿realmente sabemos cómo conservarla de la mejor manera? ¿O hemos dejado esta responsabilidad exclusivamente a la tecnología? Jihyun Ryou, graduada de la Academia de Diseño de Eindhoven, opina que hemos perdido la comprensión de cómo tratar los alimentos adecuadamente, y esto está contribuyendo al desperdicio.
En su proyecto Save Food from the Fridge (Salva la comida del refrigerador), Ryou propone una forma más tradicional de almacenar ciertos alimentos en lo que ella llama «estanterías del conocimiento», es decir, fuera del refrigerador y en condiciones que imiten los métodos de conservación naturales. Su propuesta sugiere que, al tener una mejor relación y entendimiento sobre nuestros alimentos, podríamos desperdiciar menos y conservar más energía, tanto a nivel personal como ambiental.
Métodos naturales de conservación de alimentos
- Verduras de raíz almacenadas verticalmente: Ryou recomienda almacenar las verduras de raíz (como zanahorias, nabos o remolachas) en posición vertical, ya que esto imita su forma natural de crecer y ayuda a que se mantengan frescas durante más tiempo. Además, se puede utilizar un embudo de vidrio para mantener la arena húmeda, lo que contribuye a mantener las condiciones ideales de almacenamiento.
- La absorción de olores en los huevos: Las cáscaras de los huevos contienen una gran cantidad de diminutos poros que permiten la absorción de olores de otros alimentos. Por ello, mantener los huevos fuera del refrigerador puede asegurar que conserven su sabor y frescura por más tiempo, siempre y cuando se almacenen adecuadamente en un ambiente fresco y seco.
- La humedad de las especias y el arroz: Las especias tienden a aglomerarse cuando están expuestas a la humedad. Un truco útil es colocar granos de arroz en los recipientes de especias, ya que el arroz absorbe el exceso de humedad, evitando que las especias se apelmacen y manteniéndolas frescas durante más tiempo.
Beneficios ecológicos de evitar el refrigerador
El uso excesivo de refrigeradores no solo consume una cantidad considerable de energía, sino que también puede alterar la calidad y la conservación de ciertos alimentos. Al utilizar métodos de almacenamiento natural, como los propuestos por Ryou, no solo se mejora la conservación de los alimentos, sino que también se reduce el consumo energético y, por lo tanto, la huella de carbono.
Además, una conservación adecuada de los alimentos contribuye a disminuir el desperdicio. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia, lo que equivale a más de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año. Al adoptar métodos más sostenibles de almacenamiento, no solo se puede reducir el desperdicio de alimentos, sino también los recursos naturales que se utilizan en su producción.
Conservar los alimentos de manera efectiva no requiere siempre de tecnologías avanzadas. Al comprender mejor cómo interactúan los alimentos entre sí y cómo se pueden preservar de manera natural, es posible reducir el desperdicio, ahorrar energía y contribuir a un estilo de vida más sostenible. Proyectos como el de Jihyun Ryou nos invitan a reflexionar sobre nuestros hábitos alimentarios y a redescubrir técnicas de conservación que han sido utilizadas por generaciones, pero que han quedado en el olvido con el avance de la tecnología.
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