Actualizado: 13/02/2021
El movimiento de sostenibilidad ha ganado popularidad en años recientes debido al intrigante concepto que presenta; una simplificación en el estilo de vida que incluye un alejamiento de los centros urbanos masivos y que pretende alcanzar una independencia total de terceras partes para la obtención de alimentos y recursos para sobrevivir. La gente que tiende adoptar este movimiento está cansada del estilo de vida urbano actual y se muda a centros rurales con el afán de experimentar un ambiente más tranquilo. El movimiento de sostenibilidad no pretende que se viva en cuevas o acampe al aire libre todo el tiempo, más bien refiere a vivir una vida más alejada de los intereses materiales, tomando en cuenta la cantidad de recursos que consumimos y con un fuerte énfasis en el reciclaje de materiales y el aprovechamiento de energía natural.
Afortunadamente, este movimiento ya está ganando bastante popularidad en algunas regiones de México como San Cristóbal de Las Casas, Pátzcuaro, Mazatlán, Campeche, Manzanillo, Loreto y otras comunidades a lo largo del país. Es, dentro de estas comunidades, donde baby-boomers y expats americanos se mudan buscando un estilo de vida sostenible que a veces es difícil de alcanzar en sus países natales.
La incepción de este movimiento se le atribuye a Llanto Evans que, por usar un estándar de construcción minimalista que había sido usado en las islas Británicas a principios del siglo XX, se estableció en Oregón a principios de los años 80’s y esparció su conocimiento con la comunidad. Este movimiento ultimadamente alcanzaría la comunidad de Las Cañadas, Veracruz donde el movimiento alcanzó un fuerte número de seguidores.
Para alcanzar una vida sostenible en México es necesario hacer algunos cambios significativos en el estilo de vida diario. No es necesario que se haga estos cambios de manera abrupta o repentina. La mejor manera de alcanzar la sostenibilidad completa es implementar algunas medidas de manera gradual hasta que se sienta cómodo. Algunos de los cambios que cada individuo puede hacer para ser sostenible son:
- Comprar alimentos sostenibles.
Al elegir alimentos que causen un bajo impacto ambiental, es posible asegurarse que estamos afectando al planeta lo menos posible. Al comprar vegetales y frutas es una buena idea acudir a mercados locales que ofrezcan alimentos que fueron cosechados localmente y que apoyen la industria del campo. Es una buena idea preguntar al vendedor de donde vinieron estos alimentos y si vienen de una fuente sostenible. Cuando se compra pescados y mariscos es preferente buscar aquellos que fueron pescados usando líneas de pesca o trampas ya que estos tienden a atraer a especímenes adultos y evitan otras especies, reduciendo así el impacto ambiental. La carne de res o pollo que se decide comer también puede dar más o menos impacto, dependiendo de los métodos de cría. Los ganaderos que alimenten sus animales con pasto y que mantengan al ganado libre en las pasturas en vez de carne manufacturada en establos o criaderos son los más sostenibles de todas las alternativas.
- Pensar antes de comprar.
Desafortunadamente la cultura actual de consumismo nos ha llevado a pensar que se necesita una infinidad de productos a todo momento para sobrevivir. Al echarse un vistazo a cómo los ancestros vivían, se nota que los productos que son absolutamente necesarios son realmente pocos. La mayoría de los alimentos se obtenían de una forma natural y los materiales de construcción también venían de la naturaleza. Obviamente la intención no es que se deje de comprar productos totalmente, sino reducir gradualmente la cantidad de productos manufacturados que utilizamos y que cuando sea necesario comprar algún producto, se sabe elegir aquellos que causen el menor impacto. Utilizar bolsas reusables de tela para las compras en vez de bolsas de plástico, comprar los productos que traigan empaque más sencillo y que sea biodegradable o reciclable son unas maneras fáciles de reducir el uso de recursos naturales y, poco a poco, llegan a ser un hábitos sostenibles y inolvidables. Comprando productos de papel o cartón no significa deforestar metros cúbicos de bosques, sino elegir productos que sean reciclables y que sean manufacturados localmente de fuentes sostenibles. ¿Y los productos de limpieza? – muchos son más nocivos que pensamos, entonces leer los ingredientes y comprar aquellos que tengan los ingredientes de origen natural quiere decir que no impactarían al medio ambiente tanto como los detergentes artificiales, o si hay tiempo, es posible crear productos con algunos productos domésticos.
- Reducir, reutilizar y reciclar.
Uno de los aspectos más significativos del movimiento sostenible es el hecho de darle uso a las cosas hasta que dejen de servir y entonces reciclarlas, por ejemplo la ropa de niños que ya crecieron pero que aún se encuentra en buenas condiciones puede ser pasada a niños más jóvenes o a hijos de vecinos hasta que ya no sirva, entonces puede utilizarse como trapos para limpieza o como pedazos de tela para crear nuevas prendas. También es importante considerar comprar muebles de segunda mano que pueden ser restaurados o antigüedades que aún se encuentren en buen estado. Los contenedores de plástico pueden ser utilizados para almacenar comida o crear macetas. Es muy importante utilizar la imaginación para darle uso a cosas que normalmente se pensaría que ya no sirven y el Internet es una fuente infinita de ideas muy creativas. Además de ser sostenibles, las creaciones darán un toque más personal y único al hogar y a la vida en general.
Es evidente que este movimiento sostenible está aquí para quedarse y son cada día más y más los mexicanos y extranjeros que ven a México como un edén para realizar los sueños del movimiento. La amplia disponibilidad de recursos, aunada con el maravilloso paisaje natural que el país ofrece en la mayoría de sus zonas, hace de México un excelente lugar a considerar para vivir una vida sostenible.