Actualizado: 02/07/2022
La propuesta ya desarrolla su proyecto piloto en Albacete. La depuración de aguas residuales de pequeñas poblaciones, así como de industrias tales como la ganadera, agrícola, vinícola, minera o textil, plantea un reto el cual ya se empieza a intentar solucionar por medio de humedales artificiales, este sistema hace que la solución sea sostenible tanto del punto de vista económico como en la sostenibilidad ambiental.
Con esa premisa se desarrolla el proyecto de Francisco Calvo Faus, quien ha ganado la III edición de los Premios IIAMA-UPV, el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia.
El estudio que lleva como premisa la aplicación de humedales artificiales mediante filtros macrófitas en flotación, plantas acuáticas visibles a simple vista, para la depuración de aguas residuales en pequeñas poblaciones, plantea la solución al problema de la depuración en lugares que no pueden disponer de un sistema de tratamiento convencional.
Filtros verdes en la depuración.
Las plantas macrófitas se seleccionan para este proyecto debido a que aportan importantes ventajas en el proceso de depuración, para los humedales artificiales éstas plantas actúan como filtros verdes. Las especies de carácter emergente se transforman en un sistema flotante, crean un tapiz denso de raíces que obliga a las corrientes de agua a circular por la masa, lo que poco a poco va degradando la materia orgánica.
Socovos, Albacete, ya cuenta con el proyecto piloto.
El método si se confronta ante un proceso de tratamiento natural de aguas residuales convencional, que en la mayoría de las ocasiones es intenso tanto en el uso de energía como en la implementación de químicos, presenta similitudes con procesos biológicos que se dan en la naturaleza, así como en los filtros por goteo.
Como punta de lanza el proyecto se ha implantado en la localidad albaceteña de Socovos, donde se encuentra en funcionamiento en la actualidad tanto en la aldea como en un camping cercano. Desarrollado por la empresa Projar, surge a raíz de la notificación de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para dar solución al problema de vertidos de aguas residuales en la zona.
La puesta en marcha se inicia por petición de ambos emplazamientos, acuden a la empresa donde laboraba Francisco Calvo. Tras meses de trabajo los resultados son destacables según el investigador valenciano, quien continúa explicando que en sus inicios “se obtuvo un rendimiento de residuos de 5 metros cuadrados por habitante, mientras que en la actualidad se logra alcanzar menos de un metro cuadrado por habitante”.
Luis armando Espitia dice
los humedales son la clave para cualquier ecosistema y habitad pero los de la industria petrolera son muy difíciles de hacer