
La hormiga pertenece a la subfamilia extinta Haidomyrmecinae, conocida como «hormigas del infierno» debido a sus mandíbulas en forma de guadaña, que probablemente usaban para atrapar o empalar presas.
- Hormiga fósil de 113 millones de años.
- Subfamilia extinta: Haidomyrmecinae (hormigas del infierno).
- Fósil hallado en roca caliza, no en ámbar.
- Descubierta en la Formación Crato, noreste de Brasil.
- Mandíbulas en forma de hoz, predadoras, muy especializadas.
- Reto a las ideas previas sobre evolución y dispersión global de las hormigas.
- Potencial para inspirar nuevas tecnologías y estrategias sostenibles.
El fósil que reescribe la historia de las hormigas
Un fósil de hormiga con 113 millones de años de antigüedad, encontrado en el noreste de Brasil, se ha convertido en el ejemplar más antiguo conocido por la ciencia. Este descubrimiento, publicado en la revista Current Biology, aporta nueva luz sobre la evolución de las hormigas y su distribución global durante el Cretácico.
El fósil pertenece a la subfamilia extinta Haidomyrmecinae, comúnmente conocidas como hormigas del infierno, caracterizadas por sus mandíbulas en forma de hoz, adaptadas para atrapar o perforar a sus presas. Estas estructuras anatómicas tan especializadas revelan que, incluso en las etapas más tempranas de su evolución, las hormigas ya habían desarrollado estrategias de caza avanzadas y muy diferentes a las de las especies actuales.
Una ventana única a la evolución de las hormigas
Hasta ahora, los fósiles más antiguos de hormigas se habían encontrado en Francia y Birmania, conservados en ámbar. Este nuevo hallazgo es el primero de su tipo preservado en caliza, lo que permite estudiar su morfología con técnicas modernas como la microtomografía computarizada en 3D, que utiliza rayos X para obtener imágenes internas sin dañar el fósil.
Gracias a este análisis, los investigadores pudieron confirmar que esta hormiga estaba estrechamente relacionada con otras hormigas del infierno halladas en ámbar birmano, pero lo más sorprendente fue la complejidad de su aparato bucal. A diferencia de las hormigas modernas, que mueven sus mandíbulas lateralmente, esta especie extinta tenía las mandíbulas orientadas hacia adelante y alineadas paralelamente a la cabeza, con una proyección facial por delante de los ojos. Esta configuración sugiere un método de caza altamente especializado.

Implicaciones para la biogeografía y evolución
El hallazgo en Brasil, lejos de los yacimientos de ámbar conocidos, indica que las hormigas ya estaban ampliamente distribuidas por el planeta durante el Cretácico. Esto plantea nuevas preguntas sobre cómo estos insectos lograron dispersarse entre los diferentes continentes cuando aún existían grandes barreras geográficas.
El descubrimiento refuerza también la idea de que muchas adaptaciones complejas pueden haber evolucionado mucho antes de lo que se pensaba. La morfología detallada de esta hormiga del infierno sugiere que, desde hace más de 100 millones de años, las hormigas ya exploraban diversas estrategias ecológicas para sobrevivir y prosperar.
Valor de las colecciones paleontológicas
Este fósil fue hallado mientras se examinaba sistemáticamente una de las colecciones más grandes de insectos fósiles del mundo, perteneciente al Museu de Zoologia da Universidade de São Paulo. La pieza proviene de la Formación Crato, una zona reconocida por la excelente conservación de fósiles.
Los autores del estudio destacan la importancia de revisar las colecciones existentes, tanto privadas como institucionales, ya que pueden albergar descubrimientos clave como este. Además, el hallazgo resalta el valor de la paleontología brasileña y pone de relieve la riqueza aún poco explorada de la fauna fósil de insectos del país.
El uso de técnicas como la microtomografía computarizada 3D no solo es esencial para la paleontología, sino que tiene aplicaciones directas en sectores clave para la sostenibilidad:
- Diseño biomimético: Las mandíbulas de las hormigas del infierno pueden inspirar mecanismos eficientes en robótica, captura de microplásticos o recolección selectiva de residuos.
- Optimización de estructuras: El estudio de adaptaciones anatómicas permite desarrollar materiales y diseños que maximizan la eficiencia con menor consumo de recursos.
- Tecnologías sin destrucción: La capacidad de explorar la estructura interna de objetos sin dañarlos es fundamental para la recuperación y reciclaje de materiales electrónicos y en la inspección de infraestructuras críticas.
- Fomento de la investigación responsable: Promueve el aprovechamiento de colecciones existentes antes de recurrir a nuevas extracciones, reduciendo el impacto ambiental de las investigaciones.
Este tipo de avances demuestra cómo el conocimiento del pasado, cuando se combina con tecnologías modernas, puede abrir caminos hacia soluciones innovadoras y sostenibles para los desafíos actuales y futuros.
Más información: A hell ant from the Lower Cretaceous of Brazil: Current Biology
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