La planta evita la emisión de 8.200 toneladas de CO₂ anuales al producir más de 5.000 toneladas de amoníaco verde.
La primera planta dinámica de amoníaco verde del mundo, situada en Ramme, Dinamarca, fue inaugurada recientemente por una alianza danesa formada por Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas. Nel, empresa especializada en tecnologías de electrólisis, proporcionó los electrolizadores para este proyecto pionero.
Producción de hidrógeno con energía renovable
En el marco de este proyecto, Nel suministró una capacidad de electrólisis de 10 MW mediante cuatro unidades A485, un modelo probado de la compañía. Estos electrolizadores permiten producir hidrógeno a partir de energía renovable, que posteriormente se sintetiza en amoníaco verde.
Según Henning G. Langås, gerente senior de ofertas en Nel Hydrogen, la característica distintiva de esta instalación es su enfoque dinámico. La planta de amoníaco está directamente conectada a fuentes de energía solar y eólica, lo que le permite adaptarse a las fluctuaciones inherentes de estas fuentes renovables. Este diseño elimina la necesidad de almacenamiento en baterías o de hidrógeno, reduciendo significativamente los costes de producción del amoníaco verde.
Impacto ambiental: evitando emisiones de CO₂
La planta tiene el potencial de prevenir la emisión de 8.200 toneladas de CO₂ al año gracias a la producción de más de 5.000 toneladas de amoníaco verde. Este logro posiciona a la instalación como un ejemplo de las posibilidades reales de esta tecnología en la lucha contra el cambio climático.
Langås destaca que esta colaboración demuestra cómo el amoníaco verde puede ser una solución para descarbonizar sectores clave como el transporte marítimo, la agricultura, la siderurgia y la producción de amoníaco industrial.
Un paso hacia la economía del hidrógeno renovable
El proyecto de Ramme también ofrece valiosas perspectivas para el desarrollo de proyectos Power-to-X a mayor escala. Este término, Power-to-X, hace referencia a tecnologías que convierten electricidad de origen renovable en otros portadores de energía, como el hidrógeno o los combustibles sintéticos.
La experiencia adquirida en esta planta podría servir como base para futuros proyectos más ambiciosos. Según Langås, “este proyecto es un paso significativo para convertir el amoníaco verde en una alternativa viable a los combustibles fósiles”. Además, subraya la importancia de la tecnología de electrólisis de Nel en la transición hacia una economía basada en el hidrógeno renovable.
Colaboración e innovación tecnológica
La colaboración entre Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas no solo ha permitido inaugurar esta planta, sino que ha creado un modelo replicable para proyectos similares en todo el mundo. Este tipo de sinergias son esenciales para acelerar la transición energética global.
La planta dinámica de amoníaco verde de Ramme no solo representa un logro técnico, sino también un hito en el avance hacia un sistema energético más sostenible y eficiente. La combinación de energías renovables, innovación tecnológica y colaboración estratégica marca el camino para un futuro donde las emisiones de carbono sean cosa del pasado.
Vía nelhydrogen.com
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