Actualizado: 05/07/2024
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han desarrollado un sensor que puede recolectar energía de su entorno sin necesidad de una batería o una conexión por cable.
Innovación en sensores autoalimentados por energía magnética
Investigadores del MIT han desarrollado un sensor sin batería que puede funcionar de manera autónoma, aprovechando la energía magnética de su entorno. Este avance representa un gran paso en la tecnología de sensores, especialmente para su uso en lugares de difícil acceso.
Autonomía y eficiencia energética
El sensor, diseñado para no requerir baterías ni conexiones eléctricas especiales, es ideal para ubicaciones de difícil acceso, como en el interior de maquinarias pesadas. Este dispositivo es capaz de recolectar datos de forma autónoma sobre el consumo de energía y operaciones de la maquinaria durante largos periodos.
La clave del sensor reside en su capacidad para cosechar energía del campo magnético presente en el aire alrededor de un cable eléctrico. Simplemente al colocar el sensor alrededor de un cable, este comienza a recolectar y almacenar energía, que luego utiliza para monitorear parámetros como la temperatura del motor al que está conectado.
Facilidad de Instalación y mantenimiento
Steve Leeb, profesor de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación en el MIT, destaca la facilidad de instalación del sensor debido a su capacidad de alimentarse de energía ambiental. Daniel Monagle, estudiante de posgrado del MIT y autor principal del estudio, señala que el diseño del sensor es una solución práctica y realizable, que podría inspirar a otros a desarrollar sus propios sensores autónomos.
Desafíos superados en el diseño
Para desarrollar este sensor, los investigadores superaron varios desafíos técnicos:
- Arranque en frío: El sistema puede activar sus componentes electrónicos sin un voltaje inicial, almacenando energía hasta alcanzar un umbral necesario para su funcionamiento.
- Almacenamiento y conversión eficiente de energía: Sin usar baterías, el sistema utiliza capacitores para almacenar energía en un campo eléctrico entre placas conductoras, optimizados para almacenar la energía necesaria y evitar largos tiempos de carga.
- Gestión de energía inteligente: Se desarrollaron algoritmos para medir y gestionar la energía recolectada, almacenada y utilizada, garantizando un funcionamiento eficiente del sensor.
Aplicaciones y futuro del sensor
El sensor, que actualmente puede medir la temperatura y enviar datos a un smartphone mediante Bluetooth, tiene potencial para una amplia gama de aplicaciones en fábricas, almacenes y espacios comerciales. Además, su diseño versátil permite adaptarlo a diferentes fuentes de energía como vibraciones o luz solar.
John Donnal, profesor asociado en la Academia Naval de EE. UU., resalta el potencial de estos sistemas en la monitorización de maquinaria naval, donde el acceso a la energía es limitado y los sensores tradicionales requieren una infraestructura adicional costosa.
El equipo del MIT planea explorar métodos de transmisión de datos menos intensivos en energía, como óptica o acústica, y mejorar la modelización del flujo de energía. Esta investigación no solo optimiza el rendimiento de los sensores, sino que también abre puertas a un monitoreo más eficiente y menos intrusivo en diversos entornos industriales y comerciales.
Vía mit.edu
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