Actualizado: 15/02/2023

Una de las mejores actividades de las que podemos disfrutar en verano es la mezcla de dos grandes placeres: la comida y la compañía de familia y amigos. El elemento gastronómico y social de las barbacoas es lo que las hace tan populares en todo el mundo, llegando a ser auténticas señas de identidad en países como Estados Unidos o Brasil. También en España, aunque quizás no tengamos esa costumbre de invitar a los vecinos al jardín de casa que vemos en las películas (seguramente por la falta de casas con jardín), el arte de compartir el peculiar sabor de los alimentos a la brasa está muy arraigado en muchos puntos de la geografía nacional; el churrasco gallego o la “torrà” valenciana son algunas muestras.
En estos ejemplos tradicionales se utilizan leña y parrillas de acero para cocinar los alimentos, pero la verdad es que cada vez premia más la inmediatez y hay más inventos que nos permiten hacer nuestras barbacoas más rápido, aunque no de la manera más eficiente y ecológica. Es cierto también que no todo el mundo dispone del espacio para poder montarse un parrillero en casa o encontrar uno cerca, y que en nuestro país es un peligro hacer fuego en cualquier lado. Siempre hay que tomar precauciones y comprobar el nivel de riesgo de incendio en la web de la AEMET o de organismos autonómicos, y lo más seguro es que en verano nos encontremos con que, en la mayoría del territorio español, no podemos hacer nuestra parrillada en cualquier sitio.

Si recurrimos a las barbacoas debemos tener en cuenta que algunas son más contaminantes que otras dependiendo del combustible que utilicen para su funcionamiento. Las hay que simplemente son un recipiente de metal donde poner leña o brasas de carbón con un soporte de patas y huecos en los que poner la parrilla, pero si queremos cocinar en grandes cantidades (o si no tenemos demasiada paciencia) puede que tengamos que recurrir a aparatos que funcionan con electricidad o gas. En este caso, además de perder el sabor a brasa, que también puede que no sea para todos los gustos, deberemos tener muy en cuenta qué energía contamina más.
Existen alternativas más ecológicas a las barbacoas industriales. No tenemos por qué renunciar a las comodidades de la tecnología siempre y cuando nos preocupemos por utilizar los productos adecuados. Las pastillas mágicas que ayudan a encender el fuego cuentan con una versión ecológica que, además de ser más respetuosa con el medio ambiente, nos ayudará a deshacernos del desagradable humo y olor que desprenden estos productos. Las pastillas para el fuego ecológicas normalmente están compuestas de virutas de madera y parafina, que es un componente que se utiliza para hacer ceras, entre otras cosas, y que deriva del carbón y el gasóleo, por lo que no es que sean la panacea pero son mejores que las convencionales. Hay varias empresas que las comercializan como Fuego Net de Massó, Ok Fuego o Sr. Legua.
Ocurre lo mismo con el carbón. Puedes mirar de dónde procede el carbón qué compras, si está producido de manera sostenible, pero la opción más ecológica es apuntarse a propuestas como la de ECObrasa, que vende carbón hecho con restos de cáscara de coco.
Si tienes una barbacoa con combustible, utiliza trucos simples como usar una tapa para controlar la temperatura y consumir menos. Evita las eléctricas y, sobre todo, por muy prácticas que te parezcan, no uses las bandejas de aluminio con brasas de usar y tirar, están en las Antípodas de ser biodegradables y destrozan la superficie donde las pongas.

Además de prestar atención a dónde hacemos la barbacoa, también tenemos que tener en cuenta dónde la servimos. El uso de plástico en este tipo de reuniones sociales es muy habitual, pero no tiene por qué ser la norma. Podemos encontrar en el mercado, y es muy fácil de adquirir online, productos como los platos desechables de madera de pino de Diserra o los realizados con materiales reutilizables para grandes eventos de Ecofestes. Los hay incluso que están hechos con hojas naturales y se descomponen en sólo 28 días. Puedes encontrar también cubiertos hechos con plástico biodegradable, madera o pasta de papel reciclado.
Ya sólo te queda comer. Tanto si optas por una opción vegana como si perpetúas la tradición carnívora de las barbacoas clásicas, utiliza siempre productos de temporada y proximidad. Cocina sin prisas, disfruta de la compañía y el aire libre, y que aproveche.