Una turbina eólica que genera energía a partir del tráfico es el último avance en materia de energía limpia que aparece en las calles de Estambul (Turquía).
Estos dispositivos verticales, bautizados como ENLIL, son capaces de aprovechar las corrientes de aire creadas por los vehículos en movimiento para producir energía, además de captar energía solar a la vez.
Los investigadores de la Universidad Técnica de Estambul trabajaron con un equipo de la empresa tecnológica Devecitech para diseñarlo.
El aire movido por los coches que pasan no parece gran cosa, pero la turbina de aspas verticales de ENLIL son lo suficientemente eficientes como para producir un kilovatio de energía por hora.
Una sola turbina equipada con un panel solar adicional en la parte superior puede producir sin problemas suficiente electricidad para abastecer dos hogares turcos durante un día.
Las turbinas eólicas estándar modernas y bien diseñadas tienen una esperanza de vida de 20 años, algo que ENLIL podría superar algún día gracias a su sencillez y durabilidad. Cada turbina sigue un diseño sencillo, lo que facilita su montaje y también su fijación así como mantenimiento.
El dispositivo es lo suficientemente pequeño como para colocarlo junto a vehículos en movimiento sin que moleste y ocupa una superficie mínima, esté donde esté. Esto permite transportarlo y montarlo fácilmente en zonas en las que los aerogeneradores tradicionales no serían prácticos de otro modo, como las calles y los edificios de las ciudades.
Pero las ventajas medioambientales de ENLIL van más allá. Las turbinas también aprovechan una serie de tecnologías inteligentes que hacen un seguimiento de la temperatura, la humedad, la huella de carbono y la actividad sísmica de la zona circundante.
Cada medición proporciona una valiosa información que se transmite a las autoridades y a los científicos medioambientales de Estambul.
¿De dónde surgió la idea?
La idea se le ocurrió al empresario Kerem Deveci, que empezó a trabajar en el proyecto mientras terminaba su carrera de ingeniería civil hace varios años. Su inspiración surgió de la lectura de un hecho cotidiano que tuvo lugar en el transporte público.
Deveci se dio cuenta, durante un viaje en la red de Metrobús de Estambul, de que el vehículo en el que viajaba era susceptible a las influencias del viento: las cubiertas de cada sitio de evacuación de emergencia no dejaban de agitarse por ello.
Al observarlo, creó un prototipo casero que pretendía convertir el viento generado por los vehículos en movimiento en algo útil.
Aquí puedes verlo en movimiento:
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