Actualizado: 05/07/2024
Toyota y otras empresas están impulsando el desarrollo de coches de hidrógeno, pero realmente ¿son viables?
El verano pasado, Toyota anunció que estaba trabajando en el desarrollo de un motor de combustión de hidrógeno, lo que nos ha llevado a muchos a preguntarnos si esta tecnología tiene el potencial de sustituir a los vehículos tradicionales de gasolina o diésel y si podría competir con los vehículos eléctricos de batería.
Hidrógeno vs batería.
Mientras continúa el desarrollo del motor de combustión de hidrógeno, también lo hace la competencia entre los que apuestan por un futuro de dominado por los vehículos eléctricos y los que apuestan por los coches de hidrógeno.
Lo que si sabemos es que el transporte en su conjunto debe descarbonizarse si el mundo quiere cumplir sus objetivos climáticos.
Mientras que los fabricantes de automóviles mostraron un gran interés inicial en el hidrógeno, muchos de los que estaban estudiando el combustible alternativo al principio se echaron atrás, aunque mantuvieron su interés en él para fines más pesados, como para camiones de transporte o maquinaria pesada.
Dicho esto, los fabricantes de automóviles que han mantenido su interés en utilizar el hidrógeno para los coches, así como para otros vehículos, han desarrollado tecnologías fascinantes centradas en la autonomía, el tiempo de repostaje rápido, el tamaño, el peso, la seguridad, el coste y muchos otros factores. Entre esas tecnologías se encuentra una versión del motor de combustión interna (ICE).
¿Será el motor de combustión de hidrógeno un impulso?
La idea de los coches de hidrógeno no es nada nuevo. En realidad, existen desde hace décadas, tanto en concepto como en producción real. El más famoso es el Toyota Mirai, del que ya han salido dos generaciones de modelos de la cadena de producción, seguido del crossover Hyundai Nexo. Honda había estado avanzando con el Clarity FCEV, pero recientemente dio carpetazo a ese proyecto.
Dicho esto, a pesar de muchos intentos, los vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV) basados en el hidrógeno todavía no han despegado a nivel general.
Aunque hay modelos en la carretera, siguen siendo bastante escasos. En los restantes modelos de coches de hidrógeno existentes en la carretera, Toyota y Hyundai han usado el H2 para alimentar una pila de combustible, que usa una reacción química para convertir la energía en electricidad que alimenta un motor eléctrico, que propulsa el vehículo.
Sin embargo, ese proceso sigue siendo caro y complejo. Por lo tanto, Toyota también está estudiando las oportunidades de un motor de combustión de hidrógeno que seguirá centrándose en el H2, pero que propulsará el vehículo de una manera totalmente diferente.
¿Qué diferencia a un motor de combustión de hidrógeno de los FCEV tradicionales?
Producir y conducir un FCEV (vehículo eléctrico de pila de combustible) implica muchos componentes diferentes.
Al fin y al cabo, para que el vehículo funcione de la forma descrita anteriormente, se necesitan los depósitos de hidrógeno, la pila de combustible y también uno o varios motores eléctricos, dependiendo del diseño del vehículo. Todos ellos deben combinarse de forma fluida y segura en una sola unidad.
Además, el uso de hidrógeno de esta manera requiere que el vehículo contenga platino u otros metales raros y preciosos muy caros. Esto es necesario para la reacción de reducción del oxígeno dentro de la pila de combustible del vehículo.
El reto es mayúsculo, el futuro parece de los coches eléctricos de batería pero, existen alternativas que muchas empresas y países no quieren descartar aún.
Luis dice
Las baterías de un coche eléctrico ha día de hoy a 10 años vista, van a resultar muy caras para el bolsillo, por la degradación a medida que van pasando recargas., y qué decir de su eliminación o segunda vida. El futuro no pasa por un único sistema, en este caso el coche eléctrico. El futuro pasa por más sistemas, como hace unos años del petróleo, surgió el sistema gasolina y el sistema diésel., ahora toca investigar, la rentabilidad de los sistemas y hacerlos lo más amenos al bolsillo de la mayoría y no de unos pocos, como pasa ahora.
Antonio dice
Es el verdadero futuro