«En Europa, será casi imposible decir adiós a los motores de combustión interna«, afirma Herbert Diess, consejero delegado del Grupo Volkswagen y uno de los mayores defensores de los coches eléctricos en el sector del automóvil.
En su última entrevista, el directivo bávaro ha desgranado el futuro de su grupo y los numerosos retos a los que se enfrenta en diversas áreas, como el desarrollo de software para los coches eléctricos, las nuevas plataformas para los coches a batería o las sinergias entre las distintas marcas.
Obviamente, uno de los temas más importantes fue la movilidad eléctrica y la hipótesis de que el fabricante alemán dirá adiós a los coches endotérmicos en Europa para 2035. La respuesta plantea varias dudas, no tanto sobre la transición a la movilidad eléctrica como sobre los diversos factores que impiden a su grupo alcanzar el objetivo de que el 100% de las ventas sean de coches alimentados por baterías.
Cree que esta transición a los vehículos eléctricos tiene ciertas limitaciones y que el plan de alcanzar el 50% de vehículos eléctricos en 2030 es extremadamente ambicioso. En Europa, con una cuota de mercado de alrededor del 20%, para que esta cuota llegue al objetivo del 50% de vehículos eléctricos, necesitarían seis gigafactorías.
Estas fábricas tendrían que estar operativas en 2027 o 2028 para alcanzar su objetivo de 2030. Es casi imposible hacerlo.
El director general señala, por ejemplo, varias cuestiones: la compra de la maquinaria, la construcción de las instalaciones, la contratación del personal y su formación, la obtención de suministros de materias primas.
Y ellos sólo son el 20% del mercado. Europa necesita 30 de estas plantas. Cada planta tiene dos kilómetros por uno. Hay que mover enormes cantidades de materias primas. Será un reto. Así que pasar del 50% al 100% será un reto tremendo. No se trata sólo de decir «apaguemos los coches endotérmicos». Es simplemente imposible.
La cuestión industrial está vinculada a otras cuestiones de especial relevancia, empezando por la energía. Los coches eléctricos sólo tienen sentido si la energía es renovable, según Diess, haciéndose eco de declaraciones similares de sus homólogos, como Akio Toyoda, de Toyota.
En los países que basan su producción de electricidad en el carbón, no tiene sentido vender vehículos eléctricos. Antes de poder vender coches eléctricos, tenemos que convertir el sector primario a las energías 100% renovables.
Para Diess, es un error que los fabricantes anuncien el fin total de los coches endotérmicos, el lanzamiento de los vehículos eléctricos dependerá de la legislación y del aumento de las energías renovables, y esto vendrá de las políticas estatales y de una política global, no de las decisiones individuales de los fabricantes de automóviles.
En este sentido, cita a Sudamérica, donde «no tiene sentido pasar a los coches de batería» porque se utiliza «bioetanol«, que emite muy poco CO2. Por tanto, «no tiene sentido electrificar el mundo de la movilidad si antes no conseguimos que el sector primario sea neutro en emisiones de CO2«. El mundo no es el mismo. En Francia tienen siete gramos de CO2 por kilovatio hora porque todo es nuclear. En Polonia tienen 1.000 gramos porque todo es carbón. Lo mismo ocurre en Sudáfrica. Los lanzamientos eléctricos tienen que ser escalonados.
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