Actualizado: 31/05/2022
En el año 1967, Juan Ferret Carbonell construye el Fervelectric, un automóvil eléctrico. Con la carrocería basada en un Rambler de 1902, fue noticia en periódicos, revistas, radio y televisión. Dos años después, Juan Ferret pudo matricularlo para que pudiese circular. En 1980, gracias a unas placas fotovoltaicas instaladas en el techo, el Fervelectric se convierte en el primer coche solar de España.
En 2007, con motivo del cuadragésimo aniversario de la construcción del Fervelectric, se actualizó el esquema técnico. Se actualizó todo el sistema electrónico para adaptarlo a las nuevas tecnologías.
El coche está expuesto en el museo FERVE, El Vendrell (Tarragona). El museo está abierto al público y se puede visitar.
Fervelectric Solar
En 1980 Juan Ferret Carbonell introdujo una modificación importante en el Fervelectric, instaló un techo donde colocó placas solares que cargan las baterías del automóvil gracias al sol. De esta manera solo dependía de la energía renovable para su funcionamiento.
En 1980 el Fervelectric volvió a ser noticia, tanto en medios especializados como en medios más generalistas, radios y televisión. El Fervelectric Solar también traspasó fronteras, medio chinos, Estados Unidos y Suramérica también se hicieron eco de la noticia.
El Fervelectric Solar se convirtió así en el primer coche solar fabricado en España, ya que se construyó veinte años antes que el Despertaferro, un prototipo de vehículo alimentado por energía electrosolar desarrollado en el año 2000 por diez estudiantes de la Universidad Politécnica de Catalunya, y que participó en la carrera SunRace 2000 en Australia, competición de vehículos eléctricos propulsados por energía solar fotovoltaica. Estos estudiantes visitaron FERVE cuando diseñaban su vehículo, y se puso a su disposición la experiencia adquirida con el Fervelectric Solar.
Más información: www.primercocheelectrico.com
Viva Tomelloso dice
Eso está muy bien, pero ¿qué pasó con su comercialización? Como vehículo de paseo, taxi turístico, etc, habría estado muy bien y habría sentado las bases para una industria que hubiese dado frutos más prácticos, una Tesla española, quizá. ¿Dónde estaban los «empresarios» que tenían que haber invertido ahí y no en abrir otra tienda de ropa? Ah, que los empresarios de verdad, los dignos de tal nombre están en China trabajando y diseñando el futuro mientras los españoles están en el p*ticlub… Claro.
Normal que luego nuestros mejores cerebros acaben emigrando o vean sus inventos como atracción de feria, como en este caso.