
Investigadores de Hawái descubrieron que más del 60% de los hongos marinos analizados pueden degradar plástico. Algunas especies de hongos aumentaron su capacidad de degradar plástico en un 15% en solo tres meses.
Hongos marinos, aliados inesperados en la lucha contra el plástico
El plástico es el contaminante marino más extendido en los océanos, y sus superficies se han convertido en uno de los hábitats de más rápido crecimiento en el entorno acuático. Investigadores de la Universidad de Hawái en Mānoa descubrieron recientemente que diversas especies de hongos, aisladas en entornos cercanos a la costa hawaiana, poseen la capacidad de degradar plástico. Además, algunos de estos hongos pueden ser condicionados para acelerar este proceso, lo que podría representar una vía innovadora hacia la eliminación y el reciclaje de residuos plásticos en los ecosistemas marinos.
Un problema persistente
Los plásticos son materiales apreciados por los consumidores por su bajo coste, resistencia y versatilidad. Sin embargo, su acumulación representa un desafío medioambiental significativo, ya que no se descomponen fácilmente. En lugar de degradarse, se fragmentan en microplásticos tras la exposición a la luz solar, el calor y las fuerzas mecánicas. Estos fragmentos microscópicos pueden absorber sustancias tóxicas como ftalatos y bisfenol A, afectar la fauna marina al ser ingeridos y provocar desnutrición y estrangulamiento en diversas especies. Cada año, aproximadamente 1,6 millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos, lo que equivale a unos 625.000 camiones de basura. Frente a esta situación, encontrar mecanismos eficaces para la biodegradación de estos compuestos resulta fundamental.
Microorganismos con habilidades extraordinarias
Diversos microorganismos, como bacterias y hongos terrestres, ya han sido investigados por su capacidad para degradar plásticos. Sin embargo, los hongos marinos han recibido poca atención en este campo. Un equipo de científicos de la Escuela de Ciencias Oceánicas y Tecnología Terrestre (SOEST, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Hawái centró su atención en una amplia colección de hongos obtenidos de muestras de arena, algas, corales y esponjas en las costas de O’ahu.
Los hongos poseen una capacidad singular para descomponer materiales que otros organismos no pueden digerir, como la madera o la quitina. Esta característica motivó a los investigadores a evaluar su habilidad para consumir plástico. Utilizaron placas de Petri que contenían poliuretano, un plástico ampliamente empleado en productos médicos, industriales y materiales flexibles. Observaron que, en el centro de las placas, los hongos formaban halos translúcidos alrededor de las colonias, lo que evidenciaba la degradación del plástico.
Resultados alentadores
Los resultados fueron sorprendentes. Más del 60% de los hongos recolectados mostraron cierta capacidad para degradar plástico y transformarlo en biomasa fúngica. Aún más alentador fue comprobar que, en solo tres meses de experimentación, algunas especies aumentaron sus tasas de consumo de plástico en un 15%. Este hallazgo demuestra que los hongos marinos pueden adaptarse rápidamente a entornos contaminados con plásticos, convirtiéndose en candidatos idóneos para futuras estrategias de biotecnología aplicada.
El contexto hawaiano y la problemática global
La ubicación de Hawái en el Giro Subtropical del Pacífico Norte hace que sus costas reciban constantemente desechos plásticos procedentes de diversas partes del mundo. Además, se encuentra próxima a la Gran Mancha de Basura del Pacífico, una acumulación flotante de plástico de aproximadamente 1,6 millones de kilómetros cuadrados, que afecta gravemente los ecosistemas marinos.
Próximos pasos en la investigación
Los científicos de la Universidad de Hawái continúan explorando la capacidad de estos hongos marinos para degradar otros tipos de plástico más resistentes, como el polietileno y el tereftalato de polietileno (PET), ambos ampliamente utilizados en envases y botellas. Asimismo, investigan los mecanismos celulares y moleculares que permiten a estos organismos descomponer compuestos sintéticos.
El objetivo final es aplicar estos conocimientos en el diseño de soluciones biotecnológicas que permitan limpiar playas y ecosistemas acuáticos contaminados. Para ello, se busca la colaboración con ingenieros, químicos y oceanógrafos que puedan desarrollar sistemas eficientes de biodegradación en entornos naturales.
Perspectivas para la sostenibilidad
El potencial de los hongos marinos para abordar la contaminación por plásticos representa una esperanza renovada en el camino hacia la sostenibilidad. Integrar estos procesos biológicos en estrategias de economía circular podría contribuir significativamente a la reducción de residuos plásticos y a la restauración de los ecosistemas marinos. Además, la aplicación de estas tecnologías podría complementarse con el desarrollo de plásticos biodegradables, promoviendo la transición hacia materiales más sostenibles.
La investigación sobre hongos marinos subraya la importancia de explorar soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los retos medioambientales. Estos microorganismos podrían convertirse en aliados clave para mitigar el impacto del plástico en los océanos y avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible.
Vía hawaii.edu
Artículo original de la investigación: «Marine fungi degrade plastic and can be conditioned to do it faster«
Gilo dice
pero ya dijeron que lo único que hacen es convertirlos en micro plástico, con lo cual el problema se agrava…