Actualizado: 28/10/2021
Fionn Ferreira recibió el premio Google Science Fair (50 mil euros para el mejor proyecto de jóvenes entre 13 y 18 años) por el desarrollo de un método para la magnetización (y recuperación) de partículas plásticas. Un método capaz de recuperar el 85% de los microplásticos.
Los microplásticos se encuentran entre los contaminantes más comunes del planeta y constituyen un riesgo probable para la salud humana.
El desarrollo de un método innovador de depuración de las aguas residuales de los microplásticos ha hecho que Fionn Ferreira, un joven irlandés aficionado a la ciencia de dieciocho años, haya recibido el prestigioso premio Google Science Fair, dotado con 50.000 euros y reservado para las mejores innovaciones de niños y niñas de entre 13 y 18 años.
El joven científico ha explotado el proceso de polarización de un líquido sometido a un campo magnético (el llamado ferrofluido) para capturar hasta un 85% de fragmentos microscópicos de plástico sumergidos en una solución acuosa. Una innovación nacida y criada dentro de las paredes domésticas de Fionn, que vive en una de las ciudades costeras más remotas de Irlanda, en Ballydehobm, en el condado de Cork.
Fionn aprovechó la intuición de otro investigador, Arden Warner, físico del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi de Chicago, autor de un estudio en el que argumentaba la posibilidad de utilizar el polvo de magnetita, un óxido de hierro que se encuentra en la naturaleza e inofensivo para los seres vivos, para limpiar el agua contaminada por derrames de petróleo.
El proceso desarrollado por Warner, permite recuperar alrededor del 98% del aceite una vez que ha sido magnetizado. Fionn ha pensado en aplicar el mismo principio también a los microplásticos que, como el aceite, no están polarizados y por lo tanto tienden a ser miscibles.
El joven irlandés puso a prueba su teoría sobre 10 de los tipos más comunes de plásticos (HDPE, epoxi, LDPE, nylon, PET, poliéster, PS, PP, PVC y también sobre las fibras sintéticas producidas por los tejidos después de un ciclo de lavado): después de insertar los microplásticos (partículas de menos de 5 mm de diámetro) en el agua, primero añadió un compuesto oleoso y luego el polvo de magnetita. Después de tomar las manchas de aceite magnetizadas, Fionn analizó las muestras utilizando un espectrómetro (casero) y un microscopio digital: el agua se «limpió» en promedio un 87,6% ± 1,1% de los microplásticos previamente añadidos.
Una innovación que podría aplicarse como un sistema de filtración eficaz y económico para las aguas residuales de ciudades y plantas industriales: los microplásticos son ahora uno de los principales problemas de contaminación de ríos y océanos y una amenaza para la salud de animales y humanos.
Aunque todavía se desconoce la influencia que las micropartículas de plástico pueden tener en la salud humana, varios estudios han demostrado que estas sustancias forman parte cada vez más de nuestra dieta. Un estudio de WWF a principios de junio había calculado que cada consumidor puede ingerir una media de 50.000 partículas de plástico al año (la mayoría contenidas en botellas de plástico), el equivalente a una tarjeta de crédito (5 gramos) cada semana.
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