La fabricación solar estadounidense está de vuelta, y es grande. El éxito que está teniendo lugar en Estados Unidos es impresionante. 67 nuevas instalaciones de fabricación de energía solar y almacenamiento han entrado en funcionamiento debido a las políticas federales, y 48 instalaciones están en construcción. Estados Unidos ocupa ahora el tercer lugar en capacidad de fabricación de paneles solares.
La industria solar en Estados Unidos: un modelo para el mundo
La industria solar de Estados Unidos ha experimentado un renacimiento notable en los últimos años, posicionándose como un líder emergente en la producción de paneles solares y tecnología asociada. Este crecimiento no solo tiene implicaciones económicas y laborales, sino también un impacto positivo en los esfuerzos globales hacia un futuro más sostenible. El desarrollo de una cadena de suministro completamente integrada y localizada en territorio estadounidense marca un hito único en el sector de energías renovables.
La energía solar: clave para la independencia energética
La energía solar se ha convertido en una pieza fundamental de la estrategia para lograr la independencia energética. El principio detrás de esta tecnología es simple pero poderoso: la fusión nuclear del sol libera fotones que, al impactar sobre paneles solares, generan electricidad aprovechable. Sin embargo, la adopción masiva de esta tecnología ha enfrentado desafíos significativos, particularmente en la competencia con otros países que invirtieron fuertemente en sus industrias solares domésticas.
Durante años, la manufactura de paneles solares en Estados Unidos quedó relegada, con una producción limitada. Esto cambió drásticamente a partir de 2018 y se aceleró en 2022, cuando múltiples fábricas comenzaron a surgir en estados clave como Georgia, Texas y Carolina del Sur. Hoy, Estados Unidos ocupa el tercer lugar en capacidad de fabricación de paneles solares, superando a países como Malasia, Tailandia y Vietnam.
El auge de la fabricación nacional
El crecimiento de la industria solar en Estados Unidos no solo ha sido acelerado, sino también diverso. Grandes empresas están invirtiendo miles de millones de dólares para construir instalaciones que abarcan varios kilómetros cuadrados. Estas fábricas, combinadas con expansiones estratégicas, están ayudando a satisfacer casi la totalidad de la demanda interna de paneles solares.
Además, la fabricación de componentes esenciales como inversores, estructuras de montaje y seguidores solares está floreciendo. Los inversores, que convierten la corriente continua generada por los paneles en corriente alterna, ahora se producen en instalaciones repartidas por todo el país, desde Wisconsin hasta Florida. Asimismo, los seguidores solares, que optimizan la orientación de los paneles para capturar más energía, son manufacturados en estados como Arizona y Nevada.
Avances en la cadena de suministro
La construcción de nuevas fábricas de paneles solares ha incentivado el desarrollo de partes críticas de la cadena de suministro. Por ejemplo, la producción de celdas solares ha resurgido con fuerza: en 2024, Suniva reabrió su fábrica en Georgia, y otras plantas en Carolina del Sur e Indiana están en construcción. Estas instalaciones añadirán una capacidad de 12 gigavatios (GW) a corto plazo, con 34 GW adicionales anunciados.
En paralelo, la manufactura de obleas y polisilicio, materiales esenciales para la fabricación de celdas solares, también está ganando tracción. Empresas como QCells y REC Silicon están invirtiendo en nuevas plantas, marcando un paso importante para cerrar el círculo de la producción nacional.
Impacto económico y social
El renacimiento de la industria solar está generando beneficios tangibles para las comunidades locales. Se han anunciado inversiones por 36.000 millones de dólares en los últimos dos años, creando más de 44.000 empleos en manufactura de alta calidad. Hasta la fecha, 67 nuevas fábricas de energía solar y almacenamiento han comenzado operaciones, con 48 instalaciones adicionales en construcción.
Este crecimiento responde a un aumento significativo en la demanda de electricidad, el mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Al mantener políticas federales favorables, Estados Unidos no solo garantizará el acceso a energía limpia y asequible, sino que también consolidará su posición como líder en el mercado global de energía renovable.
Mirando hacia el futuro
La expansión de la industria solar estadounidense es solo el comienzo. La combinación de políticas consistentes, inversiones estratégicas y avances tecnológicos promete transformar la energía solar en un motor clave para la transición energética mundial. A medida que más empresas se sumen a esta ola, se espera que Estados Unidos continúe liderando no solo en la producción de paneles solares, sino también en la innovación de tecnologías relacionadas.
La consolidación de una cadena de suministro robusta y sostenible es esencial para garantizar que este crecimiento se mantenga en el tiempo. Si se evitan retrocesos en las políticas actuales, Estados Unidos podría convertirse en el ejemplo más exitoso de reindustrialización verde del siglo XXI.
Vía seia.org
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