Las emisiones de carbono de China se han mantenido estables durante los últimos seis meses, con una reducción del 1% en el segundo trimestre de 2024 y estabilidad en el tercero. Esto podría indicar que las emisiones ya han alcanzado su punto máximo.
China ha logrado estabilizar sus emisiones de carbono durante los últimos seis meses, marcando un hito que podría abrir la puerta a reducciones significativas en la próxima década, según expertos.
El crecimiento acelerado en la generación de energía limpia ha sido suficiente para compensar el aumento reciente en la demanda eléctrica, impulsado por el uso intensivo de aire acondicionado durante las olas de calor de finales de verano y un empuje gubernamental hacia la manufactura. Este análisis proviene de Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas en inglés).
Reducción y estabilización: señales de un posible pico de emisiones
Las emisiones de carbono de China disminuyeron un 1% en el segundo trimestre de 2024 y permanecieron estables en el tercer trimestre. Esto podría ser un indicio de que las emisiones del país ya han alcanzado su punto máximo.
Entre los factores clave detrás de este logro se encuentra un aumento del 44% en la generación de energía solar en el trimestre que terminó en septiembre, comparado con el mismo período del año anterior. De igual manera, la producción de energía eólica creció un 24%. En los primeros nueve meses de 2024, China instaló 161 GW de capacidad solar y 39 GW de capacidad eólica, de acuerdo con los datos de CREA.
Para lograr una reducción total de emisiones en 2024, sería necesario disminuirlas un 2% adicional durante el cuarto trimestre. Esto parece factible si la demanda de energía se estabiliza y las plantas hidroeléctricas operan según sus promedios históricos. Myllyvirta señaló en una publicación en X (antes Twitter) que, durante el verano, la expansión de energías limpias cubrió por completo el crecimiento de la demanda eléctrica.
Implicaciones globales de una China más sostenible
Si se mantiene esta tendencia, con una disminución de emisiones en el segundo trimestre y estabilidad en el tercero, se abriría la posibilidad de que el país reduzca sus emisiones más rápido de lo que exigen sus compromisos actuales. Esto sería trascendental para los esfuerzos globales contra el cambio climático, ya que el crecimiento de las emisiones chinas ha sido el principal impulsor del aumento de las emisiones globales en los últimos ocho años, desde la firma del Acuerdo de París.
Según las proyecciones actuales de CREA, las emisiones de China podrían disminuir un 30% para 2035, mientras que la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima una reducción del 24% basada únicamente en las políticas actuales. Sin embargo, este porcentaje podría aumentar al 45% si el país adopta un camino compatible con su objetivo de neutralidad de carbono a largo plazo.
Retos y oportunidades hacia metas más ambiciosas
A pesar de los avances, los formuladores de políticas en China han establecido objetivos relativamente modestos. Es crucial que las metas futuras reflejen las tendencias actuales en energías limpias para evitar un estancamiento en las ambiciones.
China se encuentra en un punto de inflexión: con políticas más audaces y una aceleración en la adopción de energías renovables, podría liderar una transformación global hacia un futuro más sostenible.
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