Actualizado: 08/11/2023
Alquilado, desmontado por completo, armado de nuevo, sometido a pruebas de resistencia, devuelto con daños por un valor que alcanzó los cinco dígitos, importe pagado, y fin de la historia. Fin, hasta que esta se ha filtrado a la prensa alemana, que ha desvelado el proceso al que fue sometido un Tesla Model X que fue arrendado el pasado verano durante siete semanas por el Grupo Daimler. La fabricante alemana, que incluye a Mercedes Benz, se encuentra precisamente en pleno proceso para el lanzamiento de su marca électrica EQ.
Ha sido el prestigioso diario alemán Spiegel el que ha destapado los detalles de lo ocurrido con uno de los vehículos de la marca que lidera Elon Musk que, como ilustra la jugada de Daimler, se ha posicionado como líder del segmento de coches eléctricos de alta gama.
Así, a través de la compañía para el alquiler de vehículos Sixt, y en una de sus oficinas en el estado alemán de Baviera, el fabricante alquiló un Model X bajo un contrato en el que quedaban excluidas las prácticas que, sin embargo, tuvieron lugar a continuación, tal y como narra la publicación.
En concreto, tras rubricarse el contrato, el vehículo habría sido desmontado por completo para su análisis pieza a pieza para, acto seguido, ensamblarlo de nuevo. Sin embargo, esto no fue todo. Tras ese proceso, el Model X fue sometido a pruebas de resistencia en condiciones extremas para comprobar su comportamiento ante las vibraciones y las altas temperaturas. El coche bávaro habría llegado incluso a la provincia de Barcelona, donde también se habrían realizado test en circuito cerrado.
La exigencia al Tesla fue tanta que, en el momento de su devolución, los daños ocasionados fueron notables. Aunque el coste exacto de los mismos no ha sido determinado, sí ha trascendido que este habría alcalzado los cinco dígitos. «Compensó los daños, la depreciación del vehículo y los honorarios del experto», apunta sobre Daimler la empresa que alquiló el coche que, según recoge Spiegel, nunca identificó como cliente al fabricante germano.
Por su parte, el grupo restó importancia a la noticia al asegurar que este tipo de procedimientos son algo habitual en la industria del automóvil. En ella la competición que se vive en estos momentos es feroz y pasa por lo eléctrico, un mercado en el que Tesla sobresale. Para competir contra la estadounidense, Daimler trabaja en el lanzamiento de su marca eléctrica EQ que, asegura, se traduce como «inteligencia eléctrica».
Deja una respuesta