Actualizado: 31/05/2021
Veena Sahajwalla, profesora de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, ha desarrollado una «mina urbana» para recuperar metales de aparatos electrónicos desechados. De esta forma se pueden aprovechar millones y millones de toneladas de materia prima que en caso contrario, acabarían en vertederos de forma incontrolada.
Su «mina urbana» cuesta aproximadamente unos 370.000 $, con lo que tendríamos una minifábrica que nos daría beneficios económicos en 2-3 años, generando además empleo. De esta forma, los beneficios son medioambientales, sociales y económicos.
Según los cálculos y estimaciones realizadas por la profesora Sahajwalla, estas minas urbanas pueden llegar a ser más rentables que la minería tradicional.
Un ejemplo, un tubo de un televisor antiguo contiene aproximadamente 450 gramos de cobre y 227 gramos de aluminio, y 5,6 gramos de oro.
En una mina de oro se pueden obtener 5 – 6 gramos por tonelada de materia prima. En aparatos electrónicos desechados se pueden obtener hasta 350 gramos de oro por tonelada. Según datos de la Universidad Tsinghua de Pekín y la Macquarie en Sídney. También desarrollaron en un estudio, la rentabilidad de obtener metales por minería tradicional o mediante reciclaje, concluyendo que la minería tradicional era hasta 13 veces más cara que la minería de desechos electrónicos. La cantidad de residuos que genera nuestra sociedad da oportunidades de negocio en el ámbito del reciclaje. Para 2021 se alcanzaran las 50 millones de toneladas.
Este mercado se encuentra aún en fase experimental en Europa. Hay algunos emprendedores empezando nuevos negocios basados en la nueva minería urbana.
La minería urbana está muy automatizada. En la minifábrica de Sahajwalla usan robots para identificar y separar los residuos. Lo más valioso se separa de forma automática. El proceso sería el siguiente:
- Se rompen los aparatos electrónicos en un primer módulo.
- En el siguiente módulo, un robot extrae lo valioso.
- En la siguiente fase, un horno separa los diferentes metales, mientras otro transforma el plástico en fibra para impresión 3D.
Las grandes compañías, conscientes del creciente valor que el consumidor da al reciclaje, están trabajando para que sus productos puedan ser útiles para la minería electrónica. Caso de Apple, que ha desarrollado un robot que desmonta hasta 200 iPhones a la hora, separa sus diferentes partes para salvar los componentes que pueden tener una segunda vida.
Algunos aparatos electrónicos, caso de los teléfonos móviles, contienen metales llamados «raros» cuyo precio en el mercado es muy elevado. Son metales dignos de recuperar en la minería urbana. Metales que la hacen rentable.
Más información: theguardian.com
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