Gracias a un instrumento diseñado por el MIT, una misión de la NASA ha producido oxígeno en otro planeta por primera vez.
El Perseverance de la NASA ha ido marcando hitos en Marte desde que aterrizó en el Planeta Rojo en febrero. Su último logro histórico es la primera creación de oxígeno a partir de dióxido de carbono en la delgada atmósfera de Marte.
MOXIE (Mars Oxygen In-situ Resource Utilization Experiment), un pequeño instrumento con forma de caja dorada situado en el rover, demostró con éxito una tecnología de electrólisis de óxido sólido para convertir la atmósfera marciana en oxígeno. La atmósfera de Marte está compuesta en un 95% por dióxido de carbono.
La primera operación de MOXIE produjo 5,4 gramos de oxígeno en una hora. El suministro de energía limita la producción potencial a 12 g/hora, aproximadamente la misma cantidad que produciría un árbol grande.
Tanto para los cohetes como para los astronautas, el oxígeno es crucial, dice el investigador principal de MOXIE, Michael Hecht, del Observatorio Haystack del MIT.
Para quemar su combustible, un cohete debe tener muchas veces más oxígeno en peso. Para sacar a cuatro astronautas de la superficie marciana en una futura misión se necesitarían 7 toneladas métricas de combustible para cohetes y 25 toneladas métricas de oxígeno. En cambio, los astronautas que pasen un año en la superficie usarán quizá una tonelada métrica entre todos para respirar.
Michael Hecht.
El proceso de producción de oxígeno comienza con la entrada de dióxido de carbono; dentro de MOXIE, el CO2 marciano se comprime y se filtra para eliminar cualquier contaminante. A continuación se calienta, lo que provoca la separación en oxígeno y monóxido de carbono. El oxígeno se aísla aún más mediante un componente cerámico caliente y cargado; los iones de oxígeno se fusionan en O2. El monóxido de carbono se expulsa inofensivamente a la atmósfera.
Los equipos de MOXIE analizarán a continuación la pureza del oxígeno; los indicios preliminares son que, una vez que el CO2 de fondo ha sido eliminado por el oxígeno que fluye, el producto resultante era casi 100% oxígeno puro.
MOXIE ha allanado el camino para posibles misiones futuras a Marte para producir oxígeno, que será necesario para la propulsión de cohetes en los viajes de regreso de las misiones tripuladas.
La primera operación de MOXIE es un paso en la dirección para acercarnos a la posibilidad de misiones humanas a Marte. La tecnología que evolucione a partir de lo que hemos podido hacer aquí será la descendiente del éxito de nuestro instrumento MOXIE.
Jeffrey Hoffman, profesor Departamento de Aeronáutica y Astronáutica del MIT.
Vía mit.edu
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