Ante la imposibilidad de reciclar las 30.000 toneladas anuales de productos de poliestireno de un solo uso que genera, Nueva York prohibe desde el 1 de julio su uso, aunque no habrá sanciones hasta 2016 para que las empresas tengan tiempo de adaptarse a la norma. Otra centenar de ciudades estadounidenses como Washington, Minneapolis, Oakland, Portland, Seattle o San Francisco, entre otras, ya habían adoptado esta medida de emergencia.
El ayuntamiento de Nueva York considera al poliestireno (EPS) como un residuo “tóxico” imposible de reciclar. Entre los productos de poliestireno que no pueden venderse ni utilizarse en Nueva York encontramos tazas, platos, recipientes de comida rápida, cartones de huevos o bandejas de carne, pescado, verduras o frutas. La prohibición afecta a restaurantes, convencionales o de comida rápida, cafeterías, tiendas o supermercados.
Desde septiembre, las comidas de los colegios (830.000 bandejas al día) se sirven en envases biodegradables.
Los residuos de poliestireno en Nueva York supusieron en 2014 casi 30.000 toneladas, de las cuales el 90% eran de un solo uso. La imposibilidad de su reciclaje, ha sido el motivo de la adopción de esta norma.
Durante mucho tiempo se nos ha presentado el poliestireno como una buena opción, segura y económica, para el envasado de alimentos. Pero todos sabemos que es una gran amenaza para el medio ambiente. Aseguraba el alcalde de Nueva York.
Deja una respuesta