El presente estudio se realizó mediante el análisis de trabajos de investigación llevados a cabo en el Volcán Chichón, el cual se ubica en la parte norte del Estado de Chiapas. El objetivo principal se centró en conocer la caracterización básica que delimita el proceso de sucesión ecológica y evolución del suelo en referencia.
Se refiere a un suelo poco desarrollado y propenso a la degradación por diversos factores (topográficos, climáticos y actividades agrícolas) que contribuyen al deterioro del principal elemento del que depende la evolución de distintos procesos biológicos, mismos que serán abordados durante la exposición del presente ensayo.
Introducción.
Para poder efectuar un análisis sobre un ambiente determinado es necesario conocer la dinámica ambiental, biótica, características físicas y por ende comprender la estrecha relación que tienen estos factores sobre un ecosistema determinado. En sentido estricto, el suelo es la base del desarrollo de todo ecosistema pues es el principal proveedor de las características que conservará cada diversificación biológica que de él dependa.
La edafogénesis es el proceso de formación del suelo, el cual depende de diversos factores (clima, relieve, actividad microbiana, entre otros), la actividad biológica sobre el mismo modifica la estructura de la base original, fortaleciendo la estructura del suelo que en un principio es incipiente y creando capas superpuestas denominadas “horizontes”, siendo A el nivel superficial y C el nivel más profundo; el cual consiste básicamente en el material parental. La estructura del suelo es estudiada en relación al desarrollo de estos perfiles.
En suelos de origen volcánico, es apreciable el fenómeno de estructuras u horizontes superpuestos en relación directa a cada proceso eruptivo al que se haya dado lugar, y a partir de esto se genera un nuevo proceso edafogénico, teniendo material magmático y cenizas como material parental.
De modo similar puede observarse el desarrollo del proceso biológico denominado “sucesión ecológica”, que partirá de un ambiente afectado de manera reciente por un evento eruptivo, causando la pérdida de la vegetación nativa del ecosistema, esto conlleva que el ambiente sea colonizado por vegetación primaria como briofitas y hepáticas, enriqueciendo las características del suelo y propiciando posteriormente la presencia de herbáceas y arbustivas en consecuencia.
El ambiente original estará estrechamente condicionado entonces sobre las alteraciones que el suelo pueda sufrir como consecuencia de ser colonizado por especies distintas a las nativas, causando impactos importantes en su desarrollo, ocasionando una degradación del mismo por reemplazo vegetal, efecto que puede acrecentarse si existe actividad de aprovechamiento ocasionada por el hombre.
Planteamiento.
A fin de lograr un entendimiento del fenómeno de sucesión ecológica en ambientes volcánicos, se analizaron los aspectos geomorfológicos, edafológicos y botánicos sobre el área de estudio que comprende el edificio volcánico de “El Chichón”, tomando en cuenta que le acontece un proceso eruptivo que data de 1982, sobre el cual fueron analizados los resultados de investigación obtenida sobre un ciclo de 3 años en un área de devastamiento que ejemplifica de mejor manera el objeto de estudio.
Por su parte, en Chiapas existe la problemática sobre el manejo y uso de suelos, situación claramente visible en los suelos típicamente volcánicos, toda vez que después de un evento eruptivo sobreviene una fertilidad importante, ocasionando el establecimiento de actividades de aprovechamiento como son la agricultura y ganadería, impactando de manera importante el desarrollo del suelo.
Resulta entonces aun más complejo establecer un sistema de planeación orientado a la implementación de estrategias que redunde en el aprovechamiento sustentable del recurso en mención.
Marco Teórico Conceptual.
De acuerdo a Margalef (1978), la sucesión se considera como la ocupación de un área por unos organismos implicados en un proceso incesante de acción y reacción que, con el tiempo, conduce a cambios tanto del ambiente como de la comunidad, sufriendo ambos una influencia y un ajuste recíprocos y continuos. En ecología, la sucesión ocupa entonces una posición similar a la de la evolución en biología general. Este concepto fue claramente apreciable durante el proceso de revisión documental, encontrando registros que indican que dicho proceso de sucesión ha sido sometido a ajustes con el paso del tiempo, tal como exponen Estrada (2008) y Hernández (2008) sobre el estudio geomorfológico y botánico respectivamente realizado sobre el área de estudio.
Por su parte Ramos H. (2002), refiere a los enormes cambios ambientales, culturales y sociales asociados a un evento eruptivo de gran magnitud, así como el hecho de que las poblaciones que se ven obligadas a emigrar tras un fenómeno de este tipo, tienden a volver poco tiempo después; en el caso del Chichón, se habla de numerosos efectos ambientales. Entre los cambios más significativos en un radio de 10 km por la erupción, los daños fueron totales, la desaparición completa de flora y fauna, pérdida de los cultivos, cambios en la topografía, condición de azolve de los ríos, causando la desaparición de fauna acuática y cambiando el curso de los afluentes, modificación de los climas locales, regionales y en menor escasa globales, sepultando a las de 2000 personas bajo los productos de los flujos piroclásticos, así como produciendo un desplazamiento de más de 20,000 personas.
Ramos H. (2002), cita el registro de vegetación típica de selvas altas y medianas perennifolias antes del proceso eruptivo de 1982, misma que fue destruida en su totalidad por los productos de la erupción que sepultaron y calcinaron todo tipo de vida sobre este complejo, mismo que se localiza a los 17º 72´ N y 93º 14´W en el municipio de Francisco León, a unos 350 kilómetros de la trinchera Mesoamericana.
Hernández (2008) describe por su parte, la presencia de cobertura vegetal y exhibe un listado florístico que genera una discrepancia sobre la comunidad nativa existente antes del proceso eruptivo, aunado a la aparición de Pinus maximinoi, mismo que sugiere un desarrollo o estatus de sucesión orientado hipotéticamente a una comunidad clímax distinta a la original.
Podemos hablar entonces de un evento que dio paso a la aparición del objeto de estudio de sucesión ecológica ligado a la edafogénesis, es decir, una coevolución que tiene como variable condicionante el impacto antrópico sobre el desarrollo de ambos procesos, lo cual pudo observarse durante la revisión monográfica de Hernández (2008), que cita la presencia del impacto ocasionado por la actividad humana de consumo prioritario en las localidades aledañas al edificio volcánico, obedeciendo esto a una fertilidad importante pero transitoria.
Es interesante en consecuencia, plantear un panorama general sobre esta interrelación a 33años del último proceso eruptivo con el fin de establecer medidas que propongan la conservación y/o conservación de suelos en este sitio.
Metodología.
Este trabajo se realizó mediante el análisis bibliográfico y de dos proyectos de investigación sobre un lapso de 3 años en el volcán Chichón, en donde se realizaron visitas periódicas en el área de estudio, estas investigaciones se efectuaron en dos etapas: la primera consistió en la toma de muestras correspondientes al suelo y especies vegetales, determinaciones edáficas in situ y laboratorio, así como identificación del material florístico.
El muestreo edáfico se realizó sobre cuatro regiones (base del volcán, laderas bajas, laderas altas y cañadas) designado de esta forma con fundamento a la poca accesibilidad sobre sitios específicos.
Se realizaron perfiles edáficos en las zonas de muestreo, de donde se obtuvo el tipo de horizonte al que pertenecen, así como principales determinaciones como fueron:
- Presencia de C a través del método de Walkley & Black (laboratorio).
- Determinación de Alofano a través del método de Fieldes y Perrot (in situ y laboratorio).
- pH (en campo y laboratorio).
- Porcentaje de Ca y Mg (Espectrometría).
El muestreo vegetal por su parte, fue tomado por medio de cuadrantes que comprendían un polígono de 5 X 5 metros, tomando en cuenta las estructuras que comprenden a las laderas del volcán, cráter y cañadas del sitio en consideración directa a los sitios previamente analizados mediante fotointerpretación de rasgos geomorfológicos, mismos que determinaron variabilidad de densidad y cobertura vegetal, corroborado dichos aspectos de manera visible en campo.
Es importante mencionar que la identificación del material vegetal colectado fue realizada por Estrada y Hernández en apoyo con el Herbario del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) de la ciudad de San Cristóbal de las Casas.
La segunda etapa comprendió el trabajo de análisis de la información, donde se establecieron las correlaciones entre los procesos de degradación del suelo y los datos obtenidos de la clasificación de las especies vegetales con el fin de establecer una probable orientación del desarrollo edáfico y ecológico respectivos.
Resultados.
De acuerdo con el registro bibliográfico y análisis geomorfológico, la actividad volcánica es una de las más espectaculares y violentas de la dinámica de la tierra, situación claramente apreciable durante el último evento eruptivo del Chichón, en donde el grado de afectación comprendió el área de cobertura de 4 municipios en primera instancia; Ostuacán, Pichucalco, Chapultenango y Francisco León, todos situados sobre el estado de Chiapas en México.
El último evento eruptivo en el año de 1982 aportó gran cantidad de material volcánico, del cual la mayor parte del volumen arrojado consiste en material joven y solo un 4% corresponde a material preexistente según Hernández (2008), el cual consiste básicamente en material andesítico con alto contenido de hornablenda y alofano, lo cual otorga un panorama sobre la evolución del suelo estudiado.
Durante el análisis geomorfológico pudo observarse que el relieve del edificio no ha sufrido demasiadas modificaciones a consecuencia de su actividad, sin embargo es claramente visible que existe ausencia del domo a causa del último evento, en donde el material expelido consistente en expulsión de flujos piroclásticos, avalanchas de cenizas y rocas incandescentes fueron desplazadas a través de las laderas, ocasionando agrietamientos muy marcados que hoy en día pueden percibirse como cañadas que proporcionan una red de drenaje de composición radial, sobre las cuales puede apreciarse una notable disparidad de organización y desarrollo vegetal, mismo que expresa Estrada (2008) en el análisis de caracterización básica.
Hoy en día, las condiciones de intemperismo sobre esta zona, se encuentran delimitadas en razón de la precipitación pluvial (Cálido – Húmedo con lluvias abundantes en verano) de acuerdo a la clasificación de Koeppen, que causa un constante arrastre de elementos dado el marcado relieve y la poca retención hídrica, ocasionando un desarrollo incipiente de modo muy marcado, condicionando la presencia de herbáceas de índole primaria básicamente sobre especies de herbáceas a excepción de Pinus maximinoi, el cual pareciera distorsionar el paisaje.
Dentro de las especies encontradas en el material clasificado, se destaca la presencia en mayor número de las que a continuación se describen:
Muestreo vegetal predominante | ||
Familia | Genero | Especie |
Pinaceae | Pinus | Maximinoi |
Gleicheniaceae | Sticherus | Bifidus |
Lycopodiaceae | Lycopodium | cernuum |
Poaceae | No determinado | No determinado |
Bromeliaceae | Pitcarnia | sp |
En acorde a lo anterior es posible determinar que las especies vegetales encontradas corresponden a un grado de sucesión primario en relación al desarrollo del suelo.
De manera notoria puede observarse la presencia de Pinus maximinoi que muestra una tendencia hacia la preferencia de suelos de orientación ácida, esto obedece a que de acuerdo a la determinación de Ca y Mg se encuentra sobre las capas subyacentes al horizonte C, situación que genera poca disponibilidad de estos elementos hacia la superficie.
Por otra parte, pudo verificarse la presencia de alofano en prácticamente todos los muestreos de suelos realizados (estructura basal, cañadas o agrietamientos, laderas bajas y altas) teniendo una mayor concentración sobre el horizonte A en todos los casos, situación que si bien deduce una importante aportación de Carbono también suele estar presente en ambientes ácidos y de estructura porosa y poco consolidada.
Aunado a todas las características anteriores podemos agregar la pérdida de nutrientes en el suelo dado el empleo de este recurso para actividades que refieren a la agricultura y prácticas de monocultivo con uso frecuente de agroquímicos de alto contenido ureico y amoniacal, en gran parte dada la situación económica y la necesidad de los pobladores de localidades aledañas a fin de obtener la productividad en tiempos reducidos, esto tiende a acrecentarse en relación directa al incremento demográfico, generando mayor cantidad de asentamientos en consecuencia.
La pérdida de suelos entonces, resulta inevitable en razón de los factores de impacto antes mencionados, lo cual deriva en alto grado de erosión continua y por consecuencia la pérdida o deterioro de los ecosistemas y un grado de sucesión ecológica en la mayor parte de la superficie.
Conclusiones.
Resulta prioritaria la participación de las autoridades competentes a fin de establecer un programa de sensibilización sobre el uso adecuado del suelo para fines de aprovechamiento sustentable del mismo, toda vez que las prácticas de sustento actual y la naturaleza del mismo ocasionan un impacto negativo importante que supone un deterioro en tiempos acelerados.
Las autoridades locales y/o municipales por su parte deben convertirse obligadamente en gestores u orientadores sobre las diversas prácticas sobre las cuales el gobierno actual ofrece la realización de proyectos sustentables en un marco legal, tales como los subsidios que generan los programas como el Fomento a la conservación y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre a través de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), que describe dentro de sus lineamientos, el otorgamiento de recursos que generan empleos de manera equitativa a los participantes en proyectos que contribuyan a la conservación y/o aprovechamiento de la Vida Silvestre de manera responsable bajo los términos legales de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, así como la Ley General de la Vida Silvestre.
En paralelo puede gestionarse la obtención de recursos a través de proyectos productivos como los que ofrece la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), los cuales promueven la participación en núcleos agrarios a través de programas como el Fondo para el Apoyo a Proyectos Productivos en núcleos Agrarios (FAPPA) y el Programa de Apoyo para la Productividad de la Mujer Emprendedora (PROMETE) sobre los cuales se establecen sociedades para el desarrollo económico con infinidad de actividades que pueden enfocarse al desarrollo sustentable y/o comercial.
De igual forma, la implementación de rodales semilleros de especies maderables sobre áreas específicas previamente analizadas mediante un estudio de impacto ambiental puede suponer un uso forestal controlado y a su vez puede generar beneficios a mediano y largo plazo, tomando en consideración que fungirán como futuros proveedores de semillas de ejemplares sometidos a un cuidado durante su crecimiento, lo cual genera un atractivo interés de consumo.
Por último podemos mencionar el alto potencial de generar en esta zona un sistema ecoturístico a través de los cuales puedan dirigirse diversos sectores gubernamentales de los distintos órdenes a fin de generar un aprovechamiento distinto desde el interés científico, social y promotor de una cultura de la conservación tal como se sucede en países como Costa Rica e Islandia, por citar algunos.
Agradecimientos.
A los Biólogos José Francisco Hernández Morales y Daniel Estrada Tevera quienes aportaron valiosa información a través del trabajo de investigación que realizaron a lo largo de 3 años en el proyecto integral de ambiente volcánico del Chichón, mostrando el interés para exponer su punto particular de vista en el presente trabajo.
Cabe mencionar que este documento constituye una herramienta de consulta para futuras investigaciones correspondientes a la rama geológica y ecológica.
BIBLIOGRAFÍA.
RAMOS HERNÁNDEZ, S.G. (2007). “Los cambios ambientales del volcán Chichón, a 25 años de su erupción”, Volcán Chichón: veinticinco años después. Conferencia conmemorativa. Publicación especial numero 6. Instituto de Geología, UNAM, México.
MARGALEF, R. (1978). Perspectivas de la teoría ecológica. Barcelona: EDITORIAL BLUME.
ESTRADA TEVERA, D. (2008). El empleo de la fotointerpretación como herramienta para la caracterización de la geomorfología básica del volcán Chichón. Proyecto final de carrera. Chiapas. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
HERNÁNDEZ MORALES, J.F. (2008). Análisis documental, Efecto de la actividad humana sobre la dinámica de suelos en el volcán Chichón. Proyecto final de carrera. Chiapas. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
RAMOS HERNÁNDEZ, S.G. (2002). “Volcán Chichón, aspectos ambientales, a 20 años de su erupción”, El Chichón 1982-2002. XII Congreso Nacional de Geoquímica, p. 416 -421.
Datos de colaboradores:
Biólogo Daniel Estrada Tevera, actualmente labora en el sector Salud de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, cursa la maestría en calidad en la Universidad Maya, Campus Tuxtla Gutiérrez, ([email protected]).
Nutrióloga Gabriela de los Ángeles Escobar Gumeta, actualmente labora en el Régimen Estatal de Protección Social en Salud de Chiapas, cursa la maestría en calidad en la Universidad Maya, Campus Tuxtla Gutiérrez. ([email protected]).
L.A.E. Georgina Grajales Guillén, actualmente labora en Volkswagen de México, cursa la maestría en calidad en la Universidad Maya, Campus Tuxtla Gutiérrez. (georginagrajales1@ gmail.com).
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