Dormir lo suficiente es esencial para ayudar a una persona a mantener una buena salud, evitando los indeseados dolores de espalda y articulaciones. Cuando se trata de la salud, el sueño es tan importante como el ejercicio regular o una alimentación equilibrada.
La vida moderna no siempre tiene en cuenta la necesidad de dormir adecuadamente. Sin embargo, es importante que la gente se esfuerce por dormir lo suficiente con regularidad.
Un buen colchón es fundamental para mejorar el descanso.
¿Afecta en donde se duerme a la calidad del sueño? Por supuesto.
Los expertos suelen estar de acuerdo en que sí, que la gente ha podido mejorar su sueño con diferentes tipos de colchones y que el sueño es una parte importante de la salud en general. Más allá de eso, lo que es cómodo para cada persona es subjetivo.
¿Qué es un buen colchón?
Las investigaciones sugieren que dormir en un colchón de firmeza media, especialmente en uno de firmeza regulable, favorece el confort, la correcta alineación de la columna vertebral y la calidad del sueño.
Si los dolores corporales son una preocupación para ti, las investigaciones también sugieren que la superficie sobre la que duerme marca la diferencia en tu comodidad.
En términos generales, un colchón debe soportar la curvatura saludable de la columna vertebral, no debe causar demasiado calor y debe ajustarse a tu presupuesto y otras necesidades.
Tipos de colchón y su importancia.
Los colchones de muelles internos, de espuma y los híbridos son los principales tipos de colchones entre los que se puede elegir hoy en día. Hay muchos tipos de espuma, como la espuma con memoria de poliuretano, el látex natural y el látex sintético.
Aunque el mercado de los colchones ofrece más opciones a los consumidores, también hay que tener en cuenta la duración de los colchones. Los colchones de espuma, los híbridos y los de muelles tienen diferentes expectativas de vida.
- Colchones de espuma: Suelen tener una vida útil de entre 8 y 10 años. Y la espuma de gel puede aumentar la longevidad de un colchón de espuma.
- Colchones de látex: es el tipo de colchón más duradero. Pueden durar hasta 25 años sin perder apoyo. El látex 100% natural es conocido por ser muy resistente y duradero en comparación con otros materiales de colchones.
- Colchones híbridos: Por muy duraderos que sean los colchones de látex, los colchones híbridos son los mejores de todos. Combinan espirales de acero con capas de espuma y textiles, lo que les permite proporcionar confort de inmediato y a lo largo del tiempo. Esto se traduce en que los colchones híbridos pueden resistir muchos más años de uso, y el colchón no debería hundirse ni caerse demasiado rápido.
- Colchones de muelles: los colchones de muelles internos con poca cantidad de muelles o de baja calidad sólo pueden tener una vida útil de unos 5 años. Esto no quiere decir que los colchones de muelles sean malos, ya que los muelles de buena calidad con recubrimiento de cromo y níquel pueden durar bastante más de 5 años.
Beneficios de dormir bien.
Hablamos de algunos de los beneficios que los médicos unen a un buen sueño:
- Puede mejorar la productividad y la concentración.
- Puede ayudar a no subir de peso.
- Menor consumo de calorías.
- Puede favorecer el aumento del rendimiento deportivo.
- Puede disminuir el riesgo de sufrir problemas cardíacos.
- Aumento de la inteligencia emocional y social.
- Prevenir la depresión.
- Fortalecer el sistema inmunológico.
- Luchar contra la inflamación corporal.
Consejos.
La necesidad de sueño son cambiantes de una persona a otra, dependiendo de su edad, condición física y mental, salud… Pero es cierto que cuando nos hacemos mayores, normalmente vamos a necesitar menos horas de sueño, como regla general, para llevar una vida normal.
Según el Centro de Control y Prevención de enfermedades (USA), podemos guiarnos por estas cifras de sueño diarias:
- Bebés de 0 a 12 meses: 12 a 17 h.
- Niños de 1 a 5 años: 10 a 14 h.
- Niños de 6 a 13: 9 a 12 h.
- Jóvenes de 14 a 18: 8 a 10 h.
- Adultos de 18 a 64: +7 h.
- Mayores de 65: 7 a 8 h.
Independientemente del número de horas que durmamos, también es muy importante la calidad de ese sueño. Si nos despertamos a mitad de la noche o si nos sentimos cansados al despertarnos, nos alertarán de que hemos tenido una mala calidad del sueño.
Podemos mejorar la calidad del sueño con unos pequeños consejos como acostarse siempre a la misma hora, hacer deporte durante el día, pasar algún tiempo al aire libre…
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