El estudio de arquitectura Ecoproyecta, con sede en Murcia, ha realizado un notable trabajo de restauración en Sierra Espuña, devolviendo a su estado original dos antiguas neveras de nieve. Este proyecto de 308 m2 forma parte de un ambicioso plan maestro para las Neveras de Sierra Espuña en España.
Características principales:
- Arquitectura:
- Los pozos son estructuras circulares o elípticas, construidas en piedra.
- Tenían cubiertas que protegían la nieve de la luz solar, permitiendo conservarla durante meses.
- Ubicación:
- Se encuentran en las zonas altas de Sierra Espuña, donde las temperaturas eran suficientemente frías para acumular nieve.
- Un lugar destacado es el área de Los Pozos de Cartagena.
- Funcionamiento:
- Durante el invierno, la nieve era recolectada y compactada dentro de los pozos.
- Posteriormente, en los meses más cálidos, el hielo se extraía en bloques y se transportaba, generalmente en carros cubiertos con paja para aislarlo.
Funcionamiento de los pozos de nieve de Sierra Espuña
Los Pozos de la Nieve son un fascinante ejemplo de cómo las comunidades del pasado aprovechaban los recursos naturales y la tecnología disponible para resolver problemas cotidianos, como la conservación de alimentos o la producción de hielo para usos médicos. Aquí tienes una explicación detallada, accesible para cualquier público:
1. Recolección de la nieve
Durante los meses de invierno, cuando caía nieve en Sierra Espuña, las personas encargadas (llamados nevateros) recogían la nieve a mano o con herramientas como palas. Esta nieve era transportada hasta los pozos utilizando carretillas o sacos.
- Dato curioso: La nieve se acumulaba en las zonas más altas de la montaña, donde las temperaturas eran más frías y la cantidad de nieve era mayor.
2. Compactación de la nieve
Una vez dentro de los pozos, la nieve se compactaba cuidadosamente para convertirla en hielo. Esto se hacía pisando la nieve o utilizando herramientas para presionarla. Cuanto más compacta quedaba, mejor se conservaba durante meses.
- Cómo lo hacían:
- Colocaban capas de nieve dentro del pozo.
- Entre cada capa ponían una capa de paja o ramas de árboles para evitar que se pegara y facilitar su extracción más adelante.
- Repetían el proceso hasta llenar el pozo.
3. Conservación del hielo
Los pozos estaban diseñados para mantener el hielo fresco el mayor tiempo posible. Esto se lograba gracias a:
- Materiales aislantes: Las paredes de los pozos estaban construidas con piedra, que ayudaba a mantener la temperatura baja en su interior.
- Profundidad: Algunos pozos podían alcanzar hasta 10 metros de profundidad, lo que garantizaba temperaturas estables y frías.
- Cubiertas: Los pozos tenían techos o tapas de madera que los aislaban del sol y el calor del exterior.
- Dato interesante: Este sistema permitía conservar el hielo incluso durante el verano.
4. Extracción del hielo
Cuando llegaban los meses cálidos o cuando había demanda, los bloques de hielo se extraían del pozo. Para ello:
- Retiraban las capas superiores de paja.
- Cortaban el hielo en bloques con herramientas como sierras manuales.
- Sacaban los bloques utilizando poleas y cuerdas, ya que los pozos eran muy profundos.
5. Transporte del hielo
Una vez fuera del pozo, los bloques de hielo eran transportados a pie, en burros o en carros tirados por caballos. Para evitar que se derritiera durante el viaje, los envolvían con paja u otros materiales aislantes.
- ¿Dónde iba el hielo?
- Se llevaba a ciudades como Murcia, Cartagena y Lorca.
- Se usaba en hospitales, para conservar alimentos o en fiestas y eventos importantes.
6. Uso final
El hielo extraído de los pozos tenía múltiples aplicaciones:
- Conservación de alimentos: En una época sin refrigeradores, el hielo era esencial para mantener frescos productos como carne y pescado.
- Usos médicos: Se empleaba para bajar la fiebre o conservar medicamentos sensibles al calor.
- Bebidas y helados: Durante celebraciones, el hielo se utilizaba para enfriar bebidas o incluso para hacer helados, un lujo reservado para los más ricos.
Por qué eran importantes
Los Pozos de la Nieve eran una solución ingeniosa en un tiempo en el que no existían tecnologías modernas de refrigeración. Además, su funcionamiento involucraba a toda una comunidad, desde los nevateros hasta los comerciantes que distribuían el hielo.
Recuperación Histórica: Las Neveras de Sierra Espuña vuelven a brillar
Un proyecto con raíces en la tradición
La esencia del proyecto residía en preservar la identidad histórica y los trazos originales de estas estructuras. Para ello, se utilizó una meticulosa metodología que incluyó la catalogación y análisis del estado de conservación de estas antiguas fábricas de hielo.
Durante la restauración, se puso especial atención en las técnicas de construcción y materiales originales, empleando métodos tradicionales y materiales locales como piedra, ladrillo y mortero de cal.
Patrimonio cultural y arquitectónico
En noviembre de 2022, el paisaje cultural de las neveras fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de «lugar etnográfico de interés». El plan maestro subrayó la urgencia de restaurar las neveras número 11 y 13 debido a su singularidad, accesibilidad y estado de conservación.
A pesar de los daños significativos y el colapso parcial de sus cúpulas, estas estructuras conservaban suficientes elementos originales para su recuperación. La nevera número 11, la más grande de Sierra Espuña, presentaba un desafío estructural importante, mientras que en la número 13 se preservó la cúpula original.
Respetando la historia: Métodos y materiales
El objetivo era mantener la geometría original de las neveras, proporcionando así ejemplos completos dentro del complejo de 28 neveras. El equipo optó por técnicas y materiales de construcción tradicionales, un aspecto crucial, ya que antes de esta intervención, no quedaba ninguna nevera completa en Sierra Espuña que conservara su estructura original.
Diversidad en la construcción
Existían dos tipologías distintas en el lugar: la nevera número 11 tenía una cúpula de construcción mixta (piedra y ladrillo), mientras que la número 13 tenía una cúpula de mampostería de piedra construida en capas. Esto resultó en cúpulas de formas diferentes, una semejante a un hemisferio y la otra a un cono.
Más que una restauración: Una experiencia para el visitante
El fin último del proyecto no era restaurar el uso original de estas fábricas de hielo, sino permitir a los visitantes explorar estas estructuras únicas y aprender sobre la historia del comercio de hielo en el pasado. Para mejorar la experiencia de los visitantes, se añadieron nuevos elementos de acceso, como una plataforma de observación y una escalera en la nevera 11, así como una pasarela en la nevera 13. Estos elementos, diseñados y construidos en madera, se diferencian claramente de los materiales originales.
Este proyecto no solo recupera un patrimonio arquitectónico importante, sino que también ofrece una ventana única a la historia y técnicas constructivas de una época pasada, convirtiendo a las neveras de Sierra Espuña en un destino imprescindible para los amantes de la arquitectura y la historia.
Vía ecoproyecta.es
Felix dice
Antes el hielo no se usaba como ahora para enfriar bebidas sino que era terapéutico, para tratar accidentes traumatológicos como torceduras, golpes, etc. Ya que no existian los AINES de hoy dia.