Actualizado: 05/07/2019
Tendrá una capacidad de 70 MW y constituirá la prueba de viabilidad para la construcción de otras 9 plantas similares. EE.UU. la financia.
La primera central con desechos de cacao del mundo se construirá en Côte d’Ivoire, Costa de Marfil. La planta utilizará biomasa de desecho procedente del procesamiento de semillas y frutos de la planta del cacao, de la que el país africano es uno de los principales productores del mundo.
El propio Gobierno ha anunciado que la iniciativa, con una inversión de 273 millones de dólares, habría recibido el visto bueno definitivo. Yapi Ogou, director de la Société des énergies nouvelles (Soden) responsable del proyecto, ha desarrollado el plan: el objetivo es construir y poner en marcha una central eléctrica de 60 a 70 MW para 2023, que servirá de prueba para un mayor desarrollo eléctrico en esta dirección. Si el proyecto funcionara como se tiene proyectado, el país podría construir otras 9 centrales eléctricas alimentadas con residuos de cacao.
¿Por qué esta fuente? Porque el país, junto con Ghana, posee más de la mitad de la producción mundial de cacao gracias al cultivo intensivo que a menudo se lleva a cabo a expensas de la salud de los bosques y los animales.
Costa de Marfil produce actualmente alrededor de 2 millones de toneladas de cacao al año, lo que también significa millones de toneladas de vainas descartadas después de la extracción de los granos y dejadas para que se pudran o se quemen. El uso de esta biomasa forma parte del proyecto gubernamental para alcanzar el objetivo nacional que fija en 424 MW la potencia de biomasa que se instalará en su territorio en 2030.
A diferencia de muchos países del África subsahariana, el país cuenta con una fuente de energía fiable y actualmente exporta electricidad a Ghana, Burkina Faso, Benin y Togo. Sin embargo, el rápido crecimiento económico está ejerciendo presión sobre la oferta, lo que obliga a la nación a prepararse para una demanda futura creciente.
Como explicó la Embajada de Estados Unidos en Abidjan, la nueva central cacaotera es uno de los cinco proyectos seleccionados para recibir subvenciones de la Agencia de Estados Unidos para el Comercio y el Desarrollo (USTDA), que ya ha financiado estudios de viabilidad para la planta con casi un millón de dólares.
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