La empresa checa Buřinka presenta Prvok, un módulo para viviendas que se centra en la innovación, la flexibilidad y la reducción de las emisiones.
En los últimos años, la impresión en 3D ha influido de forma decisiva en las modernas tecnologías de construcción, lo que ha dado lugar a una larga lista de proyectos de construcción sostenibles, económicos y rápidos.
Hoy en día la producción de complementos refuerza su relación con la arquitectura con un nuevo concepto dedicado a las casas flotantes (pero no sólo). Hablamos de Prvok, un módulo de vivienda de la compañía Buřinka y la primera casa impresa en 3D en la República Checa. Diseñado en colaboración con el escultor Michal Trpak, el prototipo a escala real – 3 habitaciones con un área total de 43 metros cuadrados – debería ver la luz este mes.
Como en todas las carcasas impresas, la verdadera innovación está en el tiempo de producción. En este caso, la estructura se puede construir en sólo 24-48 y estar lista para su uso en sólo 28 días. El diseño asegura tanto la robustez como la ligereza, dos características que hacen que el módulo sea adecuado para futuras casas flotantes.
La unidad se fabricará con un hormigón especial formulado ad hoc y que contiene nanofibras de polipropileno, plastificantes y aceleradores de mezcla. El material no es tan sostenible como las fibras vegetales utilizadas para imprimir Gaia, la casa de RiceHouse, pero ofrece ese compromiso indispensable para las casas flotantes.
De hecho, la compañía estima una durabilidad de un siglo.
La arquitectura toma forma gracias al brazo robótico, capaz de depositar el hormigón a una velocidad de 15 centímetros por segundo. El ordenador lee los datos y guía la boquilla al objetivo con precisión milimétrica.
El módulo se instalará en un pontón flotante con suelo de madera a su alrededor. Gracias a una serie de tecnologías sostenibles, Provk será parcialmente autosuficiente: control remoto, ducha de recirculación, tejado verde, agua potable recogida del agua de lluvia y tanques para el reciclado de aguas grises, lo que lo convierte en un pequeño modelo de sostenibilidad.
¿Los beneficios? Comparadas con las casas pasivas convencionales, las casas impresas pueden ahorrar hasta el 50% de los costes y se construyen siete veces más rápido. En comparación con los edificios de ladrillo convencionales, la impresión en 3D genera hasta un 20% menos de emisiones.
Además, el enfoque modular proporciona flexibilidad no sólo en cuanto a la personalización de los planes y el diseño, sino también en aplicaciones que van desde el turismo hasta el uso comercial.
Como vivienda para uso privado, la estructura diseñada por Trpak también ofrece la posibilidad de instalarse en diques flotantes, aumentando así la superficie de construcción de las ciudades acuáticas.
Más información: www.prvokodburinky.cz
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