
Con este nombre ha bautizado el arquitecto Luis de Garrido, una vivienda construida con elementos reciclados, recuperados y residuos, que tiene como base seis contenedores de los que se utilizan en los puertos.
Este prototipo de casa bioclimática utiliza un sistema de ventilación subterráneo que permite mantener el clima fresco en la casa y reducir así el consumo energético. Además, la mayor parte de las paredes son de cristal iluminadas en su interior con materiales retroiluminado, lo que permite que reduzcamos la necesidad de encender luces y así disminuir el gasto de energía.
Todas las piezas que forman la casa se han ensamblado en seco mediante tornillos y abrazaderas. Permitiendo así, usar todas las piezas en cualquier otra casa, esto se puede ver aplicado a que si nos compramos una nueva casa o cambiamos una de sus partes, esta podrá ser reutilizada en otras casas, tantas veces como queramos.
Las funciones de la vivienda están controladas por un sistema de control de tecnología de última generación, que permite mostrar las ventajas de una casa conectada y sin las restricciones del resto de sistemas domóticos.