Las algas sargazo son un verdadero problema para el turismo. Sin embargo, un jardinero y emprendedor mexicano las ve como una oportunidad. Las recolecta para crear un material de construcción sostenible y asequible.
Las sargazo (Sargassum) son algas marrones que forman densas capas en la superficie del agua. Entre abril y octubre, se acumulan en playas que se extienden por varios kilómetros a lo largo de la costa caribeña, desde Estados Unidos hasta Argentina, así como en las costas de las Antillas, Guayana y Guadalupe. Aunque tienen “un papel ecológico muy importante”, según el Ministerio de la Transición Ecológica, afectan al sector turístico y a la vida marina en muchos países. Las regiones afectadas deben destinar grandes presupuestos para eliminarlas cada año. Mientras muchos se preocupan por las pérdidas causadas por estas algas invasivas y malolientes, Omar de Jesús Vázquez Sánchez busca transformarlas en un producto beneficioso y útil. Este jardinero visionario las utiliza actualmente como materia prima para fabricar ladrillos de construcción, ecológicos y duraderos.
¿De dónde surgió la idea de usar estas algas invasivas?
Las sargazo comenzaron a invadir las costas de la Riviera Maya en 2015. Sánchez era uno de los trabajadores que limpiaban las playas. Su idea de hacer útiles estas algas nació en esa época. Al principio, este emprendedor transformó las algas en fertilizante en su empresa Blue-Green Nursery. Las vendía en pequeñas cantidades en el mercado. Después de solo un año, obtuvo autorización para continuar con su actividad. Movilizó a más de 300 familias para limpiar las playas de los resorts y hoteles locales. Su objetivo era proporcionar empleo a hogares necesitados. Poco después, en lugar de desechar las sargazo, el emprendedor las recuperó para hacer ladrillos de construcción “Sargablock”. Estos ladrillos, galardonados con numerosos premios, cumplen con las regulaciones locales aplicables a los materiales de construcción. Según él, su fuente de inspiración fue la pequeña casa de adobe (ladrillo) de su familia.
¿Cómo se fabrican estos ladrillos de sargazo?
Sánchez realizó algunos ajustes a una máquina diseñada para la fabricación de adobe para adaptarla a la producción de ladrillos de sargazo. Este nuevo material se elabora con una mezcla de algas en un 40 % y diversas otras materias orgánicas en un 60 %. Estos componentes pasan por la máquina para ser tratados, luego comprimidos y formados en bloques. Después de cuatro horas de secado al sol, los ladrillos están listos para usarse.
La producción diaria se estima en aproximadamente 1.000 bloques. Según este emprendedor, se han tratado cerca de 6.000 toneladas de algas desde 2021. Su primera fábrica artesanal se encuentra en la ciudad de Mahahual. Los ladrillos producidos permiten construir viviendas de bajo costo en la Riviera Maya. Según su creador, una casa de sargazo podría durar hasta 120 años.
Proyectos de construcción de casas con Sargablock
Las oficinas de ecología y medio ambiente de Quintana Roo han aprobado el uso de estos ladrillos a base de algas u otros materiales orgánicos. La «Casa Angelita», nombrada en honor a la madre de Sánchez, es la primera casa construida con sargazo. Catorce viviendas más han sido ofrecidas a familias desfavorecidas en el estado de Quintana Roo. Este emprendedor planea construir una decena de casas asequibles para finales de año.
Actualmente, muchas personas le piden ayuda para fabricar este tipo de ladrillo en sus respectivos países (Jamaica, Belice, Barbados, República Dominicana, Estados Unidos y Malasia). Cabe destacar que, durante la transmisión del Accelerator Lab, el PNUD eligió presentar esta innovación para dar a conocer su ingenio y valor ecológico al mundo entero.
Más información: sargablock.com.mx
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