Actualizado: 05/07/2024
El espacio siempre ha sido un lugar de exploración caro. Pero, un grupo de estudiantes de ingeniería de la Universidad de Brown está desafiando esta concepción con su reciente innovación: un satélite de bajo coste destinado a lidiar con el creciente problema de la basura espacial.
SBUDNIC: Más que un simple cubo
Este satélite, bautizado como SBUDNIC, es peculiar no solo por su diseño, sino también por los materiales con los que está hecho. Contra todo pronóstico, fue construido mayormente con piezas comunes que se pueden encontrar en cualquier tienda de suministros, incluido un microprocesador de $20 y 48 pilas AA. A pesar de no ser materiales destinados al viaje espacial, han demostrado ser eficientes y fiables.
Una misión de bajo presupuesto
La sorpresa no termina ahí. El costo total de producción de SBUDNIC fue de tan solo $10,000. Enviado al espacio mediante el cohete SpaceX de Elon Musk, su vida útil se estimó en unos cortos cinco años, mostrando que no siempre es necesario gastar millones para lograr misiones espaciales significativas.
Luchando contra la basura espacial
La misión principal de SBUDNIC era abordar el creciente problema de los desechos espaciales. Con ese propósito, se le añadió una vela de arrastre impresa en 3D hecha de película de poliimida Kapton. Al desplegarse a unos 520 km de altura, esta vela funcionó como un paracaídas espacial, facilitando el rápido descenso del satélite a la Tierra, incluso más rápido de lo previsto.
Para dar una idea de su eficacia, a principios de marzo, mientras SBUDNIC ya se encontraba a 470 km sobre la Tierra, otros dispositivos de tamaño similar todavía orbitaban a 500 km o más. A principios de agosto, SBUDNIC ya estaba a 146 km, antes de desintegrarse por el calor del reingreso atmosférico.
¿El inicio de una solución más amplia?
El éxito de SBUDNIC podría tener repercusiones significativas en los esfuerzos para reducir los desechos espaciales, que representan una amenaza para todos los vehículos espaciales actuales y futuros. Si bien el papel de la actividad solar en su rápido descenso todavía no está claro, lo que es innegable es la contribución de este pequeño satélite a la lucha contra la basura espacial.
Con iniciativas como estas, la nueva generación de ingenieros demuestra que es posible innovar y solucionar problemas complejos con recursos limitados, imaginación y mucha determinación.
Más información: www.brown.edu
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