Actualizado: 17/11/2022
Se denomina Smart City al movimiento centralizador de los servicios prestados en una ciudad, con el objetivo de mejorar su eficiencia y aumentar la calidad de vida de los ciudadanos. Engloba cuestiones ambientales y restricciones energéticas, la comunicación fluida, el uso compartido de bienes y servicios y la integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Actualmente estos proyectos se encuentran en las primeras fases de experimentación, por lo que son prototipos que se han de valorar positivamente en el contexto del desarrollo sostenible.
Coruña Smart City. Presentación del proyecto.
En los últimos premios otorgados en la Smart City Expo World Congress en el año 2014, las seis ciudades finalistas han sido Hengshui (China), Mumbai (India), Porto Alegre (Brasil), Tel Aviv (Israel) y las ciudades españolas de Rivas Vaciamadrid y A Coruña. Para la presente entrada del blog se desarrollará el proyecto de A Coruña como un vivo ejemplo de sostenibilidad. Del mismo modo, Coruña Smart City ha sido galardonado en septiembre del 2014 con una mención de honor por parte de la Unión Europea a la mejor Compra Pública Innovadora de Europa.
Coruña Smart City está desarrollada por la UTE formada por Altia, Indra, R e Ilux, encargadas de la Plataforma Tecnológica del proyecto. Salvo Indra, con sede en Madrid, las otras tres empresas se localizan en A Coruña, concediendo un matiz más próximo y local al proyecto. La inversión inicial se sitúa entorno a los 11,5 millones de euros, cofinanciado al 70% por los fondos FEDER a través del Programa Operativo de I+D+i.
El concepto de Smart City todavía no tiene suficiente repercusión mediática como para que toda la población pueda identificar con claridad las características de dicho fenómeno. Por ello, como primer paso para la difusión del proyecto herculino, se ha presentado esta semana la Coruña Smart City con el que la ciudad intentará continuar en cabeza de esta corriente innovadora para las urbes. El acto tuvo lugar en la Biblioteca Municipal Salvador de Madariaga (C/ Durán Loriga, 10), donde asistieron los responsables del proyecto acompañados del alcalde Carlos Negreira.
En la misma biblioteca quedará establecido un Showroom hasta el 17 de mayo donde se podrán conocer las aplicaciones disponibles en la plataforma coruñesa y poder potenciar la fusión perseguida entre Administración y ciudadanos.
Integración Concello-ciudadanos.
El nexo de unión entre los coruñeses y el Concello se fortalecerá a través de las 18 aplicaciones (APP) disponibles en tiempo real. Las temáticas de estas APP se agrupan en las referidas al agua (5 APP), a la educación (1 APP), a la energía (2 APP), al ocio y turismo (3 APP), al medio ambiente (1 APP), a la movilidad (2 APP), a los servicios (2 APP) y a la vivienda (2 APP). De entre todas se pueden destacar la relativas a los eventos programados (Eventos), visitas guiadas por la ciudad (Visitas guiadas), estado actual del servicio de alquiler de bicicletas y del transporte público (iTranvías, Bicicoruña), la información meteorológica así como del mar (Ondas e vento) y la informatización de los trámites administrativos.
Es probable que las APP referidas a los trámites administrativos sean las que tengan mejor acogida en los usuarios, pues como expuso y dejó para la posteridad el periodista británico Edward Bulwer-Lytton en el siglo XIX: «el tiempo es oro». La sociedad actual se caracteriza por el dinamismo y la agitación y cada avance en la efectividad del tiempo será gratamente recibido.
El mayor volumen de información está dirigida a los ciudadanos, como es el estado del tráfico o la disponibilidad de bicicletas. Pero otra de las ventajas de integrar una Smart City es disponer por parte de la ciudadanía de una plataforma de denuncia de cualquiera incidencia producida, así como poder valorar y votar acerca de la integración de nuevas medidas inteligentes que les afecte a ellos mismos.
Integración de las APP. Factor diferenciador de Coruña Smart City.
Mediante la conexión de datos obtenidos por todas las APP móviles se pretende potenciar los resultados con el fin de establecer medidas más eficientes en la ciudad. De esta forma, no se analizarán los datos de manera aislada sino que cada elemento identificado en una APP podrá tener su repercusión en el resto. Ejemplo de ello es el uso de bicicletas públicas y de la información sobre el tráfico.
Lo que se pretende con esta integración es dar un paso más y tejer una red de datos de mayor tamaño y consistencia con la que los cambios que se deban realizar sean claros y objetivos, defendidos por todos las cifras almacenadas.
Por otra parte, se destacó en la presentación la jungla en la que se puede convertir en los próximos meses el intento de captación de fondos públicos para inversiones de este tipo, pues es un terreno en el que desean adentrarse todas las ciudades para la gestión eficiente de recursos y donde cualquier paso dado en su integración es un gran avance para el conjunto de la ciudad.
Smart City o el probable preámbulo de un dilema ético.
En los primeros pasos de esta digitalización de actividades ciudadanas es obvio y esclarecedor que se trata de medidas positivas para la mejora de calidad de vida en las urbes. La disyuntiva surge en los posibles bocados que se le estén dando inconscientemente a la libertad del individuo.
Una persona no cede parte de su libertad por saber el estado del tráfico a primera hora de la mañana o conocer el concierto programado en su ciudad para la noche del viernes, pero sí en el momento en el que cada duda, consulta o denuncia comience a archivarse en una carpeta que con el paso del tiempo podrá definir a la perfección a un determinado ciudadano, con sus gustos y preocupaciones. Por descontado, este dilema no surge con las Smart City, pues la Red de Redes puede saber de una persona lo mismo que un amigo cercano. Lo que sí es posible es que las Smart consigan profundizar en este control total.
Por otra parte, se debe analizar quién dispondrá de estos millones de metadatos. Este elemento es la Administración, el mismo que en los últimos años ha sido el protagonista en multitud de casos fraudulentos e ilegítimos con la población. Se trata pues de darle mayor poder a quién no defendió los intereses de los ciudadanos. Deberá analizarse quién vigila al vigilante.
Como conclusión, las Smart City defienden un modelo apropiado con los tres pilares fundamentales del desarrollo sostenible (ciudadanía, economía y medio ambiente), donde la ciudad de A Coruña se ha convertido de manera gratificante en un modelo a nivel nacional e internacional, pero no se debe avanzar en este fin sin poner unas bases consolidadas en donde todos los agentes sociales obtengan resultados positivos. Se trata de gestionar equitativamente los recursos de las ciudades pues todas las previsiones auguran concentraciones colosales de población para las próximas décadas.
Autor: Diego Vilela Herranz. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, me considero una persona implicada en la sostenibilidad e interrelación de todas las acciones tomadas por la humanidad y sus diferentes repercusiones más allá de las rentabilidades económicas.