Actualizado: 12/05/2021
South Miami se acaba de sumar a la lista (corta) de ciudades estadounidenses que convierten en obligatoria la instalación de paneles solares para nuevas viviendas y para aquellas en las que se realicen reformas importantes. La normativa, inédita hasta ahora en el estado de Florida, ha sido posible gracias a la iniciativa de una estudiante de instituto, que la propuso y que ha sido invitada a participar en la redacción de la ordenanza.
La nueva normativa fue aprobada el 18 de julio, pero su historia va más atrás. Arrancó, exactamente, cuando Delaney Reynolds, estudiante de instituto de 16 años entonces, se enteró de la medida con la que San Francisco empezó a requerir en 2016 instalaciones solares en los edificios de nueva construcción de 10 plantas o menos.
“Nosotros (los jóvenes) vamos a heredar este desastre y seremos también quienes lo resuelvan”, asegura la joven, quien tras la iniciativa de San Francisco, pionera en Estados Unidos, se dirigió por carta a media docena de ciudades de la zona en la que ella residía para exigir medidas similares. La primera en responder fue South Miami.
Philip Stoddard, alcalde de la ciudad, profesor de Biología en la Florida International University y propietario de una vivienda dotada de instalaciones solares, invitó a la joven estudiante a participar en la redacción de la ordenanza, que ha sido aprobada pese a la oposición de la organización Family Businesses for Affordable Energy (Negocios familiares por la energía asequible).
Aunque el propio alcalde ha admitido que el impacto de la norma será pequeño, puesto que cada año se construyen en la localidad una decena de viviendas, la obligatoriedad de instalar paneles solares entrará en vigor en septiembre. Además de ser de aplicación a nuevas construcciones, que tendrán que contar con 75 pies cuadrados (casi 23 metros) de paneles solares por cada 1.000 de techo con exposición al sol, la norma afecta también a viviendas que vayan a pasar por remodelaciones profundas (del 75%) o por ampliaciones por el mismo porcentaje.
La obligatoriedad instaurada en South Miami gracias a la iniciativa de esta joven -que antes había impulsado su propia ONG contra el cambio climático en el sur de Florida, The Sink or Swim Project– podría extenderse a otras ciudades como St. Petersburg y Orlando, también en Florida. Este tipo de iniciativas para promover la transición energética en Estados Unidos se va por tanto abriendo camino, aunque por el momento solo ha sido implantada en unas cuantas ciudades del país, con San Francisco como símbolo y máxima impulsora.
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