Un parque eólico terrestre en el sur de China ha sido gravemente afectado por el super tifón Yagi, uno de los fenómenos meteorológicos más poderosos que ha golpeado Asia en 2024. Aunque estaba previsto que la central eólica entrara en funcionamiento en octubre, la furia del tifón devastó gran parte de las turbinas eólicas, dejando a los desarrolladores con un proyecto gravemente dañado y considerables pérdidas económicas.
Un parque eólico terrestre devastado por un poderoso ciclón
Después de causar estragos en la isla de Luzón, en Filipinas, el supertifón Yagi siguió su curso hacia China, tocando tierra el 6 de septiembre a las 16:20 en el golfo de Mulan, en la ciudad de Wenchang, ubicada en la provincia de Hainan. Esta región, situada en el sur de China, fue testigo de vientos que superaron los 230 kilómetros por hora y lluvias torrenciales. Además de las devastaciones materiales, las autoridades locales reportaron al menos 4 muertos y 95 personas heridas.
Una de las infraestructuras más afectadas por el ciclón fue la central eólica terrestre operada por la empresa china Huaneng Hainan Power Generation. Según informes, al menos seis de las turbinas del parque eólico fueron severamente dañadas, algunas completamente destruidas. La magnitud de los daños es significativa, y las pérdidas económicas podrían ser muy altas.
Modernización interrumpida
El parque eólico de Wenchang, que fue inicialmente puesto en servicio en 2009 con una capacidad de 48 megavatios (MW), estaba en proceso de modernización para expandir su capacidad. Originalmente, la instalación contaba con 32 turbinas de 1,5 MW cada una. Sin embargo, el proyecto de expansión planeaba reemplazar 30 de estas turbinas por 16 nuevas unidades de mayor tamaño, cada una con una capacidad de 6,5 MW, lo que elevaría la potencia total del parque a 104 MW. Desafortunadamente, las imágenes mostraron que las turbinas recién instaladas fueron las más afectadas, justo antes de su entrada en funcionamiento en octubre.
¿Falta de preparación?
A pesar de los esfuerzos de la empresa para preparar las instalaciones ante la llegada del tifón, los daños indicaron que estas medidas resultaron insuficientes. Se inspeccionaron las bases de las turbinas y se verificó el correcto funcionamiento del sistema de drenaje. Sin embargo, según Qin Haiyan, secretario general de la Asociación China de Energía Eólica, el hecho de que el parque no estuviera operativo podría haber impedido la activación del sistema de protección contra tifones de las turbinas. A pesar de que las nuevas turbinas estaban diseñadas para soportar vientos de hasta 50 metros por segundo (180 km/h), los vientos de Yagi superaron esta velocidad, alcanzando los 62 metros por segundo (223 km/h).
En redes sociales, algunos expertos sugirieron que se deberían haber desmontado las palas de las turbinas antes de la llegada del tifón, lo que podría haber reducido el riesgo de daños severos.
El impacto del supertifón Yagi subraya la necesidad de que las empresas mejoren sus medidas de seguridad y resiliencia ante desastres naturales cada vez más intensos, exacerbados por el cambio climático. En el sector de la energía eólica, muchas empresas ya están invirtiendo en investigación y desarrollo para enfrentar estos desafíos. Un ejemplo es la empresa Mingyang Smart Energy, que ha desarrollado una turbina eólica flotante en forma de V. Esta tecnología ha demostrado ser eficaz frente a tifones similares, gracias a su capacidad de alinearse automáticamente con la dirección del viento, lo que minimiza los daños.
Innovación y adaptación: claves para el futuro
A medida que los eventos climáticos extremos se vuelven más frecuentes e intensos, los operadores de energías renovables se ven en la obligación de adaptarse. La energía eólica, una fuente clave en la transición hacia la sostenibilidad, necesita mantenerse a la vanguardia de la innovación tecnológica para resistir estas condiciones adversas. Tecnologías como las turbinas flotantes, diseños más robustos y sistemas de protección avanzados serán cruciales para asegurar que la energía eólica siga siendo una solución viable frente a la crisis climática global.
Este incidente en China también abre la conversación sobre la planificación y la preparación de las infraestructuras renovables frente a fenómenos meteorológicos extremos. Las lecciones aprendidas de este tipo de desastres pueden ayudar a mejorar la resiliencia de los parques eólicos en todo el mundo, garantizando que la transición hacia una economía baja en carbono no se vea obstaculizada por los efectos del cambio climático.
Vía www.linkedin.com
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