Los dispositivos inalámbricos de transmisión de energía de Emrod pueden emitir grandes cantidades de energía eléctrica entre dos puntos, con la línea de visión entre los enlaces como único límite de distancia.
Una empresa con sede en Nueva Zelanda ha desarrollado un método de transmisión segura e inalámbrica de energía eléctrica a través de largas distancias sin el uso de cable de cobre, y está trabajando en su implementación con el segundo distribuidor de energía más grande del país.
El sueño de la transmisión de energía inalámbrica no es nada nuevo; el genio Nikola Tesla demostró una vez que podía alimentar bombillas a más de 3 kilómetros de distancia en 1890.
El sueño de Tesla era colocar enormes torres en todo el mundo que pudieran transmitir energía de forma inalámbrica a cualquier punto del planeta, alimentando hogares, empresas, industrias e incluso gigantescos barcos eléctricos en el océano. El inversor J.P. Morgan mató la idea con una sola pregunta: «¿Dónde puedo poner el contador?»
Ha llevado 120 años, pero la compañía neozelandesa Emrod parece haber convencido finalmente a un importante distribuidor de energía para que tenga una oportunidad de usar la tecnología inalámbrica con fines comerciales.
Powerco, el segundo mayor distribuidor de Nueva Zelanda, está invirtiendo en Emrod, cuya tecnología parece ser capaz de transferir grandes cantidades de electricidad de manera mucho más eficiente, entre dos puntos cualquiera con visión directa.
Estamos interesados en ver si la tecnología de Emrod puede complementar las actuales formas de suministrar energía. Prevemos usar esto para suministrar electricidad en lugares remotos, o a través de áreas con terreno difícil. También hay potencial para usarlo para mantener las luces encendidas de nuestros clientes cuando estamos haciendo mantenimiento en nuestra infraestructura existente.
Nicolas Vessiot, Gerente de Transformación de Redes de Powerco.
Emrod tiene actualmente un prototipo en funcionamiento de su dispositivo, pero construirá otro para Powerco, con planes de entregarlo en octubre, y luego pasará varios meses en pruebas de laboratorio antes de pasar a una prueba de campo.
El prototipo será capaz de entregar «sólo unos pocos kilovatios» de potencia, pero puede ser fácilmente escalado.
Podemos usar exactamente la misma tecnología para transmitir 100 veces más potencia a distancias mucho más largas. Los sistemas inalámbricos que usan la tecnología Emrod pueden transmitir cualquier cantidad de energía que transmiten las soluciones inalámbricas.
Greg Kushnir, fundador de Emrod.
El sistema usa una antena transmisora, una serie de enlaces y una antena receptora (una antena rectificadora capaz de convertir la energía de las microondas en electricidad). Usan la banda industrial, científica y médica no ionizante del espectro radioeléctrico, incluyendo las frecuencias comúnmente utilizadas en Wi-Fi y Bluetooth.
La energía se transmite directamente entre puntos específicos, sin radiación alrededor del rayo, y una «cortina de seguridad de láser de baja potencia» cierra inmediatamente la transmisión de energía antes de que cualquier objeto, como un pájaro o un helicóptero, pueda tocar el rayo principal. Esta vez no habrá dificultades para saber dónde colocar el contador.
Emrod dice que funciona en cualquier condición atmosférica, incluyendo lluvia o niebla, y la distancia de transmisión está limitada sólo por la línea de visión entre cada enlace, dándole el potencial de transmitir energía a miles de kilómetros, a una fracción de los costes de infraestructura, los costes de mantenimiento y el impacto ambiental de una solución cableada.
De hecho, Emrod considera que la transmisión inalámbrica es una tecnología clave para la energía renovable, que a menudo se genera lejos de donde se necesita. Este tipo de sistema podría ser estupendo para la generación de energía renovable en alta mar y en lugares remotos, sin necesidad de baterías de almacenamiento gigantescas o grandes infraestructuras de distribución.
Más información: emrod.energy
Abel Videla dice
Si fallaran los sistemas de seguridad que protejen a alguien que pudiera atravesar el rayo de energía. ¿No sería altamente peligroso? Siendo que la protección es por rayo laser, este podría ser inhabilitado por nubes y dejar de protejer. Además, si cualquier ave que lo cruce, hace que la transmisión se corte automáticamente ¿no sería este un sistema inestable?
Otra cosa seria ¿es seguro que en la estación receptora, el haz que se recibe no se ha expandido abarcando más area que la antena receptora, pudiendo «freír» de a poco a la fauna circundante?
Creo que este sistema sería adecuado (para cuando madure la tecnología) para transmitir energía desde satélites fotovoltaicos especiales de gran area, y apuntados a zonas desérticas y seguras, y de allí conducida esa energía por líneas convencionales hasta las zonas de consumo, y sin peligro para nadie.
Jorge dice
El unico problema sera el impacto ambiental y los colaterales en el planeta.
Sergio Sánchez dice
Es una buena idea, ya que se evitan las lineas y las torres de transmisión, también como dice el compañero, Tesla debe estar feliz que su sueño por fin hecho una realidad, lo que toca analizar es que efectos causaría a la naturaleza como el caso de las abejas, estos animalitos se guían por medio de campos eléctricos y no se sabe como vayan a reacionar.
adeluna100 dice
Nikola Tesla estarà feliz en el cielo, lo que no creo que le guste es el contador, pero sabemos muy bien que el mundo asì se maneja, de ser posible, se podràn tener la cantidad que se quiera de làmparas en una casa habitaciòn sin necesidad de cableado, lo mismo que de contactos, facilitando enormemente una instalaciòn elèctrica.
Ronald dice
A ver un poco de análisis, esta iniciativa no sustituye la fuente, por lo que va a seguir siendo necesario generar energía, ya sea por medios renovables o convencionales, por lo que no necesariamente bajará los costes en el corto plazo, recordemos que hay inversiones actuales en lineas de transmision y distribucion cuyo pago se proyecta en el tiempo por lo que no es solo sustituirlas y punto. El cobre no se va afectar mucho ya que normalmente las lineas de distribucion y transmision se construyen en aluminio. Podría afectarse desde el punto de vista de la necesidad de transformadores de potencia, sin perder de vista que cada transformador tiene una larga vida útil. Desde le punto de vista de seguridad tendrá que probarse científicamente que no atenta contra el medio ambiente antes de ser implementado, espero que la humanidad hayamos aprendido algo, ya que a pesar de que la implementación de una tecnología en sus inicios se ve inofensiva después nos damos cuenta que no era así, por ejemplo el petróleo. Se podría visualizar una mejora en la reducción de las pérdidas de energía que se dan en los conductores convencionales, sin embargo si algo hemos aprendido es que tecnologías en sus modelos teóricos y experimentales no tienen pérdidas pero en implementaciones reales, si y creo que esta no va a estar exenta. Una mejora si quizá en la incidencia de averías y mejora paisajística. La medición creo que no es una limitante tecnológica, ya que creo que las transmisión inalámbrica dentro de residencias, comercios, edificios o industrias si esta un poco más lejos por lo que los sistemas tradicionales de instalaciones internas permanecerán con nosotros mucho más tiempo. Lo que sí puede afectarse quizá es el hecho de poder «Inyectar» energía al sistema común si por ejemplo tenemos paneles solares y nos sobra energía ya que tendríamos que tener tanto un receptor como un emisor, cosa que hoy en día con las redes cableadas se da de manera natural sin mucha complicación técnica, esto pensando que la tecnología de transmisión de potencia alcance al usuario final.
JOSE MANUEL SANTAMARIA PAU dice
SABEMOS FABRICAR UN GENERADOR DE ENERGÍA LIBRE Y ESTAMOS BUSCANDO FINANCIACIÓN.. TENEMOS SOLUCIONADO TAMBIÉN EL TEMA DEL TRANSPORTE.
iNTERESADOS CONTACTAR
Felipe Hernández dice
Excelente, porque así como del sol se puede generar energía eléctrica también puede haber una fuente y transmitirla con esos mismos tipos de ondas a esas frecuencias.