Actualizado: 02/03/2022
En nuestra vida cotidiana nos exponemos a diversos componentes tóxicos cuando comemos, producto de los pesticidas, plastificantes, colorantes y potenciadores del sabor, que utilizan las grandes industrias de alimentos, elevando la tasa de enfermedades crónicas en el mundo occidental.
La aparición de estas epidemias se debe fundamentalmente a la contaminación química y a la alteración de la formas de producción de los alimentos, en el que los efectos de la revolución agrícola y agroalimentaria se complementan para fabricar una desmedida gama de productos que ocasionan daños en el organismo del ser humano a largo plazo.
En las últimas tres décadas, el índice de cáncer se ha incrementado en un 40%, de igual forma que aumentó la leucemia y la aparición de tumores cerebrales, que en el caso de los infantes ha sido de un 2% por año. También se ha comprobado un crecimiento semejante en las enfermedades autoinmunes, neurológicas y en la disfunción de la reproducción, principalmente en los países que son denominados como desarrollados, todo a causa de la incorporación de químicos en nuestros alimentos.
“Venenos que consumimos a diario”, nos muestra un recorrido de dos años por Norteamérica y Europa, donde se efectúan múltiples investigaciones científicas con testimonios de científicos e investigadores, integrantes de las agencias de reglamentación, que comprueban que la razón principal de estas epidemias son de dimensiones medioambientales, gracias a los miles de millones de moléculas químicas inherentes en nuestros alimentos, debido al auge de las industrias agroalimentaria luego de que finalizara la Segunda Guerra Mundial.
- Título original: Notre poison quotidien.
- Año: 2011.
- Director: Marie-Monique Robin.
- Guión: Marie-Monique Robin.
- Duración: 113 minutos.
- Países: Estados Unidos, Francia, Alemania y Bélgica.
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