Actualizado: 31/05/2021
Con más de 8.000 millones de toneladas de plástico producidas por el hombre hasta 2015, la gestión de estos residuos que pueden tardar siglos en descomponerse es hoy uno de los grandes desafíos para el medioambiente. Sin embargo, un equipo científico puede haber encontrado en la propia naturaleza un remedio sostenible y eficaz: una especie de hongo hallada en un vertedero de Pakistán que es capaz de degradar el plástico en semanas.
Así lo han constatado en distintas pruebas de laboratorio científicos del World Agroforestry Centre (ICRAF) y del Instituto Botánico Kunming, en China que, liderados por Sehroon Khan, han descubierto en una especie de hongo, conocido científicamente como Aspergillus tubingensis, lo que tildan de “solución inesperada” a la grave amenaza que suponen los residuos plásticos.
“Queríamos identificar soluciones en la propia naturaleza, aunque dar con microorganismos que pudieran conseguirlo no es fácil”. Lo admite Khan, cuyo equipo, pese a las dificultades, dio con este hongo después de tomar distintas muestras en un vertedero de Islamabad, en Pakistán. El reto: encontrar algún organismo que se estuviera alimentando del plástico.
Era complicado, pero lo hicieron. Así, tras realizar distintas pruebas en laboratorio, se dio con este nuevo aliado en la lucha contra el plástico: el Aspergillus tubingensis, hongo que crece en superficies plásticas, sobre las que segrega unas encimas que quiebran los enlaces químicos de las moléculas plásticas. Además, tal y como se comprobó durante este trabajo, estos hongos también descomponen los polímeros. “Incluso los plásticos que, de cualquier otra manera, permanecerían en el medioambiente durante años, pueden ser descompuestos por estos hongos en cuestión de semanas”, aseguran los responsables del hallazgo.
La solución es esperanzadora puesto que puede ofrecer una alternativa a métodos que, como el enterramiento de residuos plásticos en vertederos o la incineración, no son suficientemente sostenibles para enfrentar este desafío al medioambiente.
Sin embargo, los autores de este estudio -“Biodegradation of Polyester Polyurethane by Aspergillus tubingensis” (Biodegradación de poliéster poliuretano por el Aspergillus tubingensis)- admiten que queda trabajo por recorrer. Esto es así porque el rendimiento de estos hongos en la descomposición del plástico se ve influido por factores ambientales, como los niveles de Ph o la temperatura.
Por ello, antes de que el Aspergillus tubingensis pueda plantar eficazmente batalla contra el plástico, este equipo investigador continuará trabajando para determinar las condiciones de crecimiento de estos hongos y de la degradación del plástico. Una vez se dé con estas respuestas, en el horizonte está el uso a gran escala de estos hongos en plantas de tratamientos de residuos o en tierras que estén ya contaminadas por plásticos que pueden tardar en desaparecer cientos e incluso miles de años.
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