Actualizado: 05/07/2024
Wright Electric, conocido por su desarrollo en tecnologías de baterías fundidas y motores eléctricos de alto rendimiento, ha establecido una meta audaz: fabricar un avión eléctrico con la capacidad de transportar a 100 pasajeros en vuelos cortos de una hora para el año 2027.
La empresa, que colabora activamente con partners de renombre como easyJet, NASA, Y Combinator y el Departamento de Energía, está orientando sus esfuerzos hacia motores eléctricos potentes, específicamente de 1 MW, capaces de elevar un avión completamente cargado. Y no solo eso, se está utilizando un BAe 146, avión regional de cuatro motores, como mula de desarrollo para experimentar con estos motores.
Un proyecto escalonado
El camino es progresivo: reemplazar un motor a reacción por un motor eléctrico en 2023, añadir un segundo en 2024 y proyectar la completa electrificación para 2025. Tras un exhaustivo proceso de pruebas y certificación, Wright Electric prevé tener el avión en funcionamiento comercial en 2026.
Jeffrey Engler, CEO de la compañía, afirma: “Los clientes demandan opciones más limpias y queremos demostrar que hay una alternativa”. Pese a los desafíos que supone modificar un avión ya existente, la empresa ve en ello un paso viable mientras desarrolla, en paralelo, una aeronave completamente nueva que podría transportar hasta 186 pasajeros con una autonomía de 1288 km.
Baterías Super Potentes en el Horizonte
Atrayendo miradas sobre una revolución en baterías, Wright Electric ha dejado a un lado la opción de las células de combustible, para concentrarse en baterías más livianas y potentes con una densidad energética de 1000 Wh/kg. Un salto significativo, ya que se estaría hablando de baterías cuatro veces más densas energéticamente que las baterías de ion de litio que mueven los vehículos eléctricos actualmente.
Según palabras de Engler, se están validando diferentes enfoques y químicas de baterías con la esperanza de alcanzar esa meta densidad energética. Este progreso se vislumbra como un cambio de paradigma para la aviación, posibilitando que los aviones eléctricos con 100 pasajeros o más se conviertan en una realidad y así, desplazar o anular las emisiones de carbono de los vuelos.
Tecnología de baterías fundidas.
Los planes de Wright van más allá y también abordan tecnologías de baterías que operan a altas temperaturas y en diferentes formatos. Estas “baterías fundidas” podrían tener una mayor proporción de materiales activos, como el litio, permitiendo una mayor movilidad de los átomos y, por ende, ofreciendo una alta densidad de potencia y energía. Engler enfatiza que, aunque el manejo de las baterías a temperaturas fundidas presenta desafíos de ingeniería, también abre puertas a nuevas posibilidades.
A diferencia de las baterías tradicionales con ánodos y cátodos sólidos, las baterías de Wright tendrían ambas partes en estado fundido, situadas una al lado de la otra, posibilitando un incremento en el contenido de material activo y, por tanto, reduciendo el peso total.
Más allá de los cielos
Las baterías de alta temperatura no solo son candidatas para la aviación, sino también para otras industrias difíciles de descarbonizar, como la minería. La experiencia de Wright en motores eléctricos de alta potencia para aeronaves les ha brindado conocimientos en tecnologías de enfriamiento que podrían aplicarse a las baterías.
El futuro es brillante y con desafíos. Wright Electric tiene en la mira tres tecnologías de baterías de alta temperatura y espera comenzar las pruebas de prototipos en 2025, con las primeras entregas a clientes comerciales proyectadas para 2027. Aunque aún quedan detalles por revelar.
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