Hasta hace unos años, la ausencia de un lavavajillas significaba tener que lavar los platos a mano.
Pero este útil electrodoméstico no es un invento tan moderno como pensamos, de hecho, el origen del lavavajillas tiene más de 160 años.
La primera patente concedida para un aparato que lavaba los platos tiene fecha de 1850.
La patente dada a Joel Houghton trataba de una pequeña máquina construida de madera, que funcionaba con una manivela.
Funcionamiento de los antiguos lavavajillas.
El funcionamiento era sencillo, se abría el paso del agua y ésta caía través de la tubería de madera y rociaba platos. Esta idea no tuvo la repercusión que era de esperar y no fue hasta la Exposición Universal de Chicago de 1887, cuando una acaudalada mujer, Josephine Cochrane, patenta el invento y comenta que sus criados simplificaban con este aparato el proceso de lavar los platos.
Así pues, el lavavajillas como concepto llegó hace 160 años, aunque esos primeros lavavajillas estaban lejos de ser tan eficiente y eficaces como una maquina actual.
No fue hasta la Inglaterra de 1924 cuando un inventor inglés crea una maquina predecesora de los modelo actuales que ya cuenta con un sistema de bastidor y el pulverizador giratorio común en los lavavajillas que conocemos.
Aun siendo un modelo con un diseño eficaz la falta de un sistema de agua canalizada en la mayoría de la población hacían de este electrodoméstico un artículo sólo posible para gente muy rica.
En la década de los 40 del pasado siglo, una función de secado se añade a la lista de características del lavavajillas. Mientras que los lavavajillas continuaron siendo utilizados por los propietarios ricos, el agua corriente y la Segunda Guerra Mundial truncaron la trayectoria de movimiento del paso de los lavavajillas a todos los hogares.
De hecho, en todo Europa y Estados Unidos siguieron siendo un artículo de lujo hasta bien entrado 1950.
Y con Miele llego el futuro.
Este electrodoméstico ha vivido una enorme evolución en los últimos años y ejemplo de ello es la marca alemana Miele, un referente, también en nuestro país, en lo que se refiere a electrodomésticos de calidad.
Miele fue el primer fabricante que lanza a producción en Europa el primer lavavajillas eléctrico en 1929.
Desde entonces, la evolución ha sido constante buscando la eficiencia en consumo de agua, detergente y tiempo, consiguiendo en menor tiempo un mejor resultado final.
Recientemente, la firma alemana nos ha presentado el modelo de lavavajillas MIELE G 6000 EcoFlex, que dispone de un nuevo sistema que presume de conseguir resultados óptimos tanto en lavado como en secado utilizando un consumo mínimo de agua, jabón y energía.
Además, con este novedoso sistema, el ahorro no es sólo energético sino también de nuestro tiempo, ya que consigue en sólo 58 minutos unos resultados espectaculares en nuestra vajilla.
Esto es gracias a la combinación del aparato y las nuevas pastillas UltraTabs Multi de Miele que se disuelven completamente en sólo 3 minutos logrando un gran resultado hasta en los programas más cortos.
En el video que os dejamos a continuación, vais a poder conocer más detalles del nuevo modelo de lavavajillas de Miele.
El nuevo modelo MIELE G 6000 EcoFlex nos ofrece además un promoción sin precedentes, todo 1 año de detergente gratis para optimizar al máximo este nuevo lavavajillas que con su ahorro de tiempo nos permite disfrutar más de nuestro tiempo.
Raúl dice
Totalmente de acuerdo. Deberíais poner «publicidad», la información no aporta absolutamente nada. Un recorrido histórico de relleno para luego no entrar más que en los 58 min…. que viene a ser lo que tardan todos. ¿Que clase energética tiene? ¿Cuanto agua gasta? Vamos…. ¿Por qué es «eco» y por que está en Ecoinventos?
amigo dice
Se insiste mucho en el «ahorro de nuestro tiempo» que consigue la máquina, realmente no ahorra nada de tiempo a nosotros, ya tarde media hora, una o dos horas, lo mismo nos da.
No sé, me extraña, pero más bien parece publicidad encubierta.