Actualizado: 05/07/2024
Una investigación reciente llevada a cabo por expertos de NTNU de Noruega, en colaboración con el Centro de Investigación e Innovación de Incendios (FRIC) y RISE Fire Research, ha llegado a la conclusión que los paneles fotovoltaicos en edificios pueden acelerar la propagación de incendios.
El problema radica en la brecha que suele haber entre el techo del edificio y el panel solar, que actúa como una vía rápida para el fuego, sobre todo si contiene cables eléctricos. De hecho, un defecto eléctrico en esta área podría desencadenar un incendio. Reidar Stølen, uno de los investigadores, señala: «Si se origina un incendio, los módulos ayudan a que se propague por el techo«.
La solución está en el espacio
Los experimentos han demostrado que incrementar la distancia entre el techo y los módulos solares puede reducir significativamente el riesgo de propagación del fuego, siempre y cuando el incendio inicial no sea demasiado intenso.
La clave está en añadir 3 centímetros adicionales al espacio original. Esto significa que una distancia de 6 a 9 centímetros, o de 8 a 11 centímetros, podría ser la diferencia entre un pequeño incidente y un desastre mayor.
Stølen enfatiza: «Pequeños ajustes en este espacio pueden marcar grandes diferencias en la rapidez con la que se propaga el fuego«.
Desafíos para los bomberos
Además de los riesgos directos, los incendios en sistemas solares plantean desafíos para los equipos de rescate. Los paneles solares siguen generando electricidad mientras reciben luz solar, lo que puede resultar peligroso para los bomberos en caso de incendio.
Lamentablemente, la formación en este ámbito es escasa. En una encuesta a 66 departamentos de bomberos, sólo el 20% indicó haber recibido algún tipo de capacitación sobre cómo abordar incendios en paneles solares.
Prevención
La mayoría de los incendios ocurren en sistemas recién instalados debido a errores o fallos durante la instalación. Stølen sugiere que «muchos incendios podrían haberse evitado con revisiones más exhaustivas antes de poner en marcha el sistema«.
No obstante, el riesgo de incendio en cada sistema individual es relativamente bajo. Stølen lo pone en perspectiva: «Si tienes un sistema de 10 kW, las estadísticas indican que podría ocurrir un incendio cada 3.500 años«.
Hacia un futuro más seguro
Con un objetivo gubernamental de instalar 8 TW-h de energía solar para 2030 en Noruega, es fundamental prevenir y minimizar estos riesgos. La distancia correcta entre paneles y techos puede ser una solución sencilla y eficaz para proteger nuestros hogares y comunidades.
Más información: risefr.no (estudio en inglés)
Fernando Segura Rama dice
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