
Es probable que en pocos años los camiones eléctricos se sitúen por debajo de los camiones diésel en términos de costes totales.
Esta es la previsión de la consultora de gestión BCG en un estudio aún no publicado, al que ha tenido acceso la Deutsche Presse-Agentur. Según el estudio, los camiones medianos y pesados con tracción por batería y un kilometraje de 120.000 km podrían estar a la altura de los diésel en la UE en 2025, y en China y EE.UU. incluso antes. Los camiones eléctricos con motor de pila de combustible podrían llegar en 2030.
A diferencia de los turismos, todavía no hay un boom de camiones eléctricos. La mayoría de los operadores de flotas europeas se han mostrado muy escépticos hasta ahora, según confirma el estudio.
Sólo el 16% de los clientes de camiones encuestados por BCG tiene previsto comprar un camión eléctrico en los próximos diez años.
Las principales razones son los elevados costes de adquisición, la falta de una red de recarga y los largos tiempos de recarga.
Un camión eléctrico cuesta entre tres y cuatro veces más que uno diésel, según los expertos del sector.
Cargar la batería de un vehículo de 1.000 kWh lleva unas ocho horas en una estación de carga rápida.
Todavía no hay apenas estaciones de recarga eléctrica para los e-trucks, pero Daimler, Volvo y la empresa matriz de MAN y Scania, Traton, quieren tener instalados y en funcionamiento 1.700 puntos de recarga en Europa en un plazo de cinco años.
Se espera que las ventas mundiales de camiones vuelvan a los niveles anteriores al Coronavirus en 2025, según BCG.
En 2030, se venderán 3,3 millones de camiones al año. En Europa, los consultores prevén entonces unas ventas de 400.000 camiones, de los cuales el 32% serán de batería y el 19% eléctricos de pila de combustible alimentados por hidrógeno.
En EE.UU., es probable que los e-trucks sólo alcancen una cuarta parte de las ventas totales, y en China, el mayor mercado con diferencia, sólo una quinta parte.
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