Actualizado: 05/07/2024
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Victoria en Wellington ha revelado que los aerogeneradores en Nueva Zelanda compensan las emisiones de carbono de su ciclo de vida en tan solo 1.5 años de operación. Esta investigación abarca desde la fabricación de las partes individuales de las turbinas hasta su desmantelamiento, comparando estos datos con los de las turbinas de gas de ciclo combinado.
Datos del Estudio
Los investigadores analizaron datos de un parque eólico en Hawkes Bay, evaluando cada etapa: la fabricación de componentes, el transporte al sitio y el desmantelamiento final del parque. Los resultados mostraron que en solo seis meses, una turbina eólica puede generar la energía necesaria para su fabricación, instalación y desmantelamiento.
Importancia de la Energía Eólica
La energía eólica en Nueva Zelanda desplaza significativamente la generación de energía a partir de turbinas de gas, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de la red eléctrica. Este hallazgo refuerza la eficiencia ambiental de los parques eólicos terrestres y su papel crucial en la transición energética.
Harapaki Wind Farm: Un Caso de Estudio
El estudio utilizó datos del parque eólico Harapaki, actualmente en construcción, que contará con 41 turbinas y una capacidad instalada de 176 megavatios (MW). Se descubrió que la literatura científica tiende a sobrestimar las emisiones de las obras civiles y subestimar las emisiones durante la fase de transporte en la huella de carbono de los parques eólicos terrestres.
Impacto Ambiental de la Fabricación de Aerogeneradores
La fabricación de aerogeneradores es el principal contribuyente a las huellas de carbono y energía. Esta área se presenta como una oportunidad crucial para implementar estrategias de mitigación ambiental. A pesar de la variabilidad en los datos, se estima que la huella de carbono de los parques eólicos terrestres varía entre 3.3 y 70 gCO2eq/kWh, influenciada por factores como la tecnología utilizada, la capacidad de la planta, la capacidad nominal de la turbina, la ubicación del sitio y la resolución temporal del análisis.
Reciclaje: Un Futuro Prometedor
El estudio también profundiza en las áreas de construcción y reciclaje, destacando que los métodos de reciclaje mecánico y químico pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de un parque eólico, de 10.8 gCO2eq (vertedero) a 10.3 y 9.7 gCO2eq, respectivamente. Sin embargo, estas tecnologías aún no son comercialmente viables, siendo el reciclaje mecánico la opción más madura.
El Futuro de la Energía Eólica en Nueva Zelanda
Nueva Zelanda ha sido un gran impulsor de la energía eólica desde 1993. Para 2023, la capacidad instalada alcanzó 1.3 gigavatios (GW) provenientes de 21 parques eólicos, con un factor de capacidad promedio del 41%, casi el doble del promedio mundial. Estos parques suministran el 12% de las necesidades energéticas del país. Además, se encuentran en distintas etapas de planificación y aprobación otros 2.2 GW de generación eólica terrestre, según la Asociación de Energía Eólica de Nueva Zelanda.
Conclusiones del Estudio
Este estudio subraya la eficiencia ambiental de los parques eólicos terrestres y su importancia en la transición hacia energías más sostenibles. Destaca la necesidad de centrarse en la fabricación de aerogeneradores como una área clave para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y resalta el potencial de los métodos de reciclaje para disminuir aún más la huella de carbono de los parques eólicos.
Fuentes y Metodología
La investigación fue publicada en el Journal of the Royal Society of New Zealand y se basa en datos empíricos de la construcción y el reciclaje de aerogeneradores, áreas que no han sido suficientemente exploradas en estudios previos. La variabilidad en los resultados destaca la necesidad de más estudios de Evaluación del Ciclo de Vida (LCA) para las turbinas eólicas de mayor tamaño ahora preferidas por los desarrolladores.
En conclusión, este estudio reafirma la viabilidad y los beneficios ambientales de la energía eólica en Nueva Zelanda, proporcionando una base sólida para futuras investigaciones y políticas en el sector de las energías renovables.
Más información: www.sciencedaily.com
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